El pasado domingo, 3 de abril, La Estación acogió la primera parada de un evento emblemático del centro comunitario: el Circuito Intercultural de Ajedrez. Esta actividad, organizada desde el Club de Ajedrez Casino de Beniaján y la escuela Duochess con el apoyo de Fundación Cepaim, había emprendido su VII edición justo cuando llegó la pandemia, debiendo ser suspendida y no pudiéndose retomar hasta ahora.
Este Circuito de Ajedrez tiene como objetivos fundamentales el fomento de la amistad entre participantes, el aprendizaje intergeneracional y acercar lazos entre clubes de distintos lugares de la Región; precisamente en esta primera parada, en La Estación de Beniaján confluyeron jugadores de Molina de Segura, Mar Menor, Guadalupe o incluso de la provincia de Alicante. A esto se suma la componente intercultural que se da al encuentro, impulsada desde el proyecto Periferia-S de Fundación Cepaim, alentando que el ajedrez pueda llegar a todas partes y a cualquier persona.
La competición se llevó a cabo mediante dos torneos simultáneos: el absoluto, en el que participaron 22 jugadores; y el escolar, con 18 niños y niñas menores de 12 años. Se contó además con la presencia del Gran Maestro Pepe Cuenca, todo un referente nacional en el mundo del ajedrez. Las próximas paradas tendrán lugar el 15 de mayo y 19 de junio en otros puntos de la Región de Murcia.
La Compañía de Teatro Edmundo Chacour ofrece una charla sobre el místico sufí en el centro comunitario, previa a la representación de la obra «Los Viajes de Ibn Arabí».
¿Quién fue Ibn Arabi? ¿Era realmente tan importante? ¿Por qué otros personajes de esa época son tan conocidos (Rey Lobo, Francisco de Asís, Averroes…) y él no?
Estas preguntas recalaron en el grupo de Teatro Edmundo Chacour cuando se plantearon la posibilidad de presentarse a una convocatoria de Reactivos Culturales, iniciativa del Ayuntamiento de Murcia para reactivar la cultura en la ciudad tras el golpe pandémico. Llegó hasta este grupo el nombre de Ibn Arabí como una brisa, como un susurro. ¿Y qué sabían sobre este hombre? Poco más que su nombre. De ahí la necesidad de documentarse en un primer momento, para lo que contaron con la colaboración del traductor Pablo Beneito, gran conocedor de la obra del ilustre sabio.
Fue necesario conocer al personaje y su época, pues de lo contrario no podría entenderse al místico ni su obra. Su época, como la nuestra, también estuvo marcada por los conflictos. De hecho, aunque él nace en nuestra cordillera allá por 1165, se marcha poco después, siendo todavía un niño, porque Murcia cae bajo la dominación almohade: un pueblo intransigente y fundamentalista que perseguiría a la familia de Ibn Arabí de no haberse marchado.
Recala de niño, pues, en otras ciudades importantes de Al-Ándalus, como son Córdoba y Sevilla. Es allí, en su edad adulta cuando empieza a alejarse de su vida cómoda y adinerada. Se acerca a sabios y sabias sufíes y comienza un viaje interior de transformación profunda, que lleva también a un viaje espacial a través del Norte de África y Oriente Próximo. Este viaje, interior y exterior, queda recogido en su extenso poemario y bibliografía. Y son esos viajes de Ibn Arabí los que han servido de inspiración a la compañía teatral para crear la obra que este viernes 10 de diciembre, como broche de oro de la XIX Muestra de Teatro Edmundo Chacour, disfrutaremos sobre el escenario del Auditorio de Beniaján.
Ibn Arabí acabó su paso por la vida material en tierras sirias, en Damasco, dónde está enterrado y es venerado y reconocido. Pero su vida espiritual no perece. Permanece en sus textos, intemporales, llenos de conocimiento, tolerancia, amor al ser humano, a la naturaleza y al conocimiento.
«Hubo un tiempo, en el que rechazaba a mi prójimo si su fe no era la mía. Ahora mi corazón es capaz de adoptar todas las formas: es un prado para las gacelas y un claustro para los monjes cristianos, templo para los ídolos y la Kaaba para los peregrinos, es recipiente para las tablas de la Torá y los versos del Corán. Porque mi religión es el amor. Da igual, a dónde vaya la caravana del amor, su camino es la senda de mi fe.»
El Dr. Nabil Sayed-Ahmad Beiruti impartió ayer, 17 de noviembre, en el marco del proyecto Periferia-S, una conferencia sobre cómo funciona el binomio migración – bienestar biopsicosocial.
… Los muros de la intolerancia, la incomunicación, de la mirada prejuiciosa, del estereotipo y la cerrazón.
… Los muros de alambre con concertinas o de mares bravos y barcas a la deriva.
… Los muros de hormigón armado o los invisibles que dibuja el mercado.
Hay
muchos muros, pero por muy altos que sean, las personas seguirán intentando
traspasarlos. Eso y sólo eso es consustancial a la especie humana, una especie
en continuo cambio y movimiento, en busca de la supervivencia o de una vida
mejor. Una especie que camina, a veces hacia la utopía (como decía Galeano), a
veces hacia la destrucción (como indican los estudios sobre el cambio
climático), pero siempre en constante cambio, en continua búsqueda.
Son algunas de las reflexiones que nos dejó Nabil Sayed-Ahmad Beiruti, psiquiatra, gran comunicador, de larguísima experiencia en el trabajo con personas migrantes y todo tipo de pacientes y colectivos.
Desde su enfoque de medicina holística y humanista, tratar a las personas sólo en su dimensión biológica es tan pobre como hacerlo sólo desde las creencias. Cuando nos encontramos con un paciente (migrante o no), somos un conjunto de profesionales que queremos ayudar a superar el dolor o malestar que esa persona nos transmite.
Para este doctor, la mejor forma de ayudar es hacerlo desde un enfoque biopsicosocial donde las tres dimensiones funcionan a la vez, de forma horizontal: la parte puramente biológica del cuerpo; la parte emocional y psicológica de la mente y todo el constructo social en el que se mueve esa persona. Por eso, empezó enmarcando el proceso migratorio en el contexto actual de las migraciones, las políticas migratorias que se están llevando a cabo y el relato que hacen los medios de comunicación sobre la realidad migratoria. Porque la persona que migra no es un ente aislado del mundo que le rodea, sino una consecuencia del mundo en que vivimos. Y viene con un pasado, unas creencias, un idioma. Y sueña con encontrar un trabajo, una familia, y poder regresar lleno de prosperidad para invertir en que su país crezca. Como en su día soñaron millones de españoles que fueron a Europa y América con las mismas ideas. Algunos volvieron. Otros no. Igual que esas personas migrantes con las que nos encontramos día a día en la cola del empadronamiento, en la oficina del paro, en el mostrador del centro de salud, a última hora en el supermercado para comprar las ofertas, etc. Lo mismo sienten ellas: miedo, expectativas, frustración, incomprensión, etc.
Y por
eso, porque sienten igual, Sayed-Ahmad huye de crear síndromes exclusivos de la
persona migrante. Porque no es que la migración sea causa de enfermedad, en sí
misma, sino que puede producir algunos efectos similares en las personas no
migrantes, pero se manifiestan de otro modo.
Eso no quiere decir que haya que abordarlo de la misma forma, sino que, si se manifiesta de otro modo, también habrá que intervenir teniendo en cuenta las diferencias. Sobre todo, las diferencias culturales, preocupándose un poco por conocer la cultura de la otra persona. No se trata de tener un conocimiento experto sobre cada cultura. Se trata más de tener una actitud abierta y comprensiva, que quiera entender al otro, verle en toda su dimensión, mostrar empatía.
Su vasta experiencia y su mirada de migrante, nutrió con múltiples ejemplos cada noción brindada por el conferenciante, desde la definición de qué es el proceso migratorio, hasta las opciones para la intervención, pasando por las múltiples facetas que se pueden ver afectadas por el proyecto migratorio: depresión, estrés, indefensión aprendida, frustración culpable, etc. Son términos que al escuchante profano en medicina pueden resultarles extraños, pero al traducirlos a ejemplos, resonaban en nuestra experiencia:
Por ejemplo, ¿por qué una persona a la que estás atendiendo viene con prisas, enfadada, con urgencias, sin saber expresarse? Se llama desgaste cognitivo y consiste en la pérdida de herramientas comunicativas a causa del fuerte estrés al que se encuentra sometida esa persona. Y así con cada ejemplo que iba desgranando. Decía el Dr. Sayed-Ahmad a lo largo de su presentación que cada diapositiva podía dar para una charla entera. Y buena razón tenía.
Acabó con unas pinceladas sobre la importancia de la educación y las redes comunitarias. El centro educativo como un espacio donde derribar los muros. Y el barrio como un lugar donde encontrarse y hacer ese ejercicio de escuchar y conocer a cada cual en su diferencia, a cual en su diversidad, a cada cual en su semejanza.
Nos
quedamos con ganas de más. De seguir escuchando a este hombre sabio que tanta
luz estaba dando sobre muchas de las cosas incomprensibles que nos encontramos
día a día. Y por eso esperamos que esta charla pueda tener continuación en un
futuro próximo, tal vez con la primavera, y nos regale un encuentro presencial.
De
cualquier forma, ya fue bueno poder pararnos un rato a pensar, a aprender, a
tomar cierta distancia del día a día de nuestro trabajo. De nuestras propias
prisas. Del papeleo que nos come. ¡Qué bueno poder reunirnos (virtualmente) un
grupo de personas con preocupaciones similares!
Son buenos y necesarios los momentos que nos trae el proyecto Periferia-S para que sigamos dotándonos de herramientas que hagan nuestro trabajo más eficaz, más humano, con mejor impacto para las personas y comunidades con las que trabajamos.
Para
rearmar las muletas que nos ayudan a seguir caminando hacia la utopía…
…Porque “la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar».
El festival de arte y transformación social que vienen organizando de manera conjunta el Ayuntamiento de Murcia y Fundación Cepaim en Beniaján, alcanza su sexta edición.
El pasado mes de septiembre se produjo
el fallo del jurado de Microacciona, a cuya convocatoria habían sido
presentados un total de diez proyectos, de los que han resultado elegidos tres
conforme a las bases establecidas este año por la organización. Cada uno de
ellos recibe 700 € para su ejecución, estando ya calendarizadas las distintas
acciones que se llevarán a cabo a partir del próximo 15 de noviembre y que se
prolongarán hasta la primera semana de diciembre.
Uno de los proyectos seleccionados, “Nidos”,
está liderado por las artistas Nana Pez e Inma Latorre, y cuenta además con
la colaboración de la Asociación Beto. La propuesta se destina a
mujeres de la zona y con ella se pretende reflexionar en torno a la red de la
amistad como sustento que posibilita, a través del apoyo mutuo, la creación del
hogar como símbolo del espacio de seguridad, estabilidad y bienestar físico y
emocional. La acción se llevará a cabo mediante un taller para crear
casetas para aves con materiales reciclados: casas-nido para aves
reales, pero símbolo de las que recorren las vidas de las participantes,
mientras se teje invisible la red de la comprensión mutua, el respeto y la
empatía. En palabras de las artistas “las
aves, como las personas, cambian su rumbo y van y vienen, y vuelven a construir
sus nidos, cada vez. Son fuente de inspiración para aquellas que desean
construir y reconstruir sus vidas. Pensar y crear casetas es una forma de
darles la bienvenida y de acogerlas”.
El taller se desarrollará en el Centro Comunitario La Estación
de Beniaján, con tres sesiones que tendrán lugar los días 16, 23 y
30 de noviembre (martes) de 10:00 a 13:00 horas. Hay prevista también una
jornada final en la que se colocarán las casetas en árboles de los jardines de
la localidad, creando un itinerario.
“Este es mi lugar” es la propuesta terapéutica que
trae al festival la artista Marta García, destinada precisamente
a uno de los colectivos que más duramente se ha visto sacudido por la pandemia:
las personas mayores. Además de los estragos del virus, toda su actividad
social y lúdica se ha visto prácticamente paralizada desde hace año y medio. El
propio Centro Social de Mayores de Beniaján, con el que se colabora para
llevar a cabo esta acción, hace apenas unas semanas que reabría sus puertas. El
guiño desde Microacciona es dedicarles esta propuesta, con la que se va a
realizar un mural-mandala en cerámica a partir de un diseño creado entre
todas las personas participantes, tratando de recoger en él todo el sentir y
las emociones respecto a la pertenencia al lugar y a la autoestima que vayan
fluyendo durante el proceso. Será una obra en común donde poder desarrollar la
creatividad y la libre expresión acerca de las vivencias, los sentimientos y
pensamientos de quienes formen parte de esta experiencia. El taller cerámico tendrá
lugar en el jardín del Centro de Mayores de Beniaján, con tres
sesiones los días 16, 23 y 30 de noviembre (martes) de 10:00 a 12:00
horas.
El tercer proyecto de Microacciona 2021
se destina a público escolar y viene de la mano del colectivo artístico La
Madriguera, contando en este caso con la colaboración del CEIP Infanta
Elena, de Rincón de Villanueva (Beniaján). Bajo el título “Queremos que
nos oigan”, se pretende proporcionar al alumnado de 5º y 6º de Primaria de
este centro educativo una experiencia en la que desarrollar su curiosidad y
gusto por el medio radiofónico como vía de comunicación. También su
sentido dialéctico y crítico, contribuyendo así a su formación desde una
perspectiva comunitaria, pues durante el desarrollo del proyecto se abordarán
temáticas de interés social, a las que los destinatarios aportarán una fresca,
particular y necesaria visión. Tal y como señala Pilar Sola, de La Madriguera,
“el objetivo fundamental es dar voz a la infancia, a la que miramos mucho como
sociedad, pero a la que en muy pocas ocasiones escuchamos; y los niños y niñas tienen
mucho que decir y enseñar”. Las sesiones teórico-prácticas de este taller
de radio se llevarán a cabo directamente en las aulas del CEIP Infanta Elena,
en horario lectivo, durante los días 15, 16 y 23 de noviembre.
Para obtener más información o inscribirse en alguna de las acciones, se puede contactar a través de los teléfonos 968824114 / 607182098. Una vez finalizadas las tres experiencias, a primeros de diciembre, se llevará a cabo una jornada conjunta de cierre y puesta en común de resultados, donde convergerán los testimonios y reflexiones que hayan surgido desde los distintos proyectos.
Microacciona es fruto del estrecho trabajo en red que se mantiene entre el Auditorio y Centro Cultural de Beniaján (Ayuntamiento de Murcia) y el Centro Comunitario La Estación (Fundación Cepaim). Un festival consolidado tras sucesivas ediciones y que, un año más, mantiene toda su esencia, especialmente en este tiempo que venimos atravesando de dificultad para el sector y la producción artística, y cuando la necesidad de apostar por iniciativas encaminadas a la mejora social y a potenciar la mirada hacia lo local se ha hecho, además, mucho más latente. Se cuenta también con una guía metodológica sobre experiencias anteriores de Microacciona, elaborada y publicada por las entidades organizadoras.
Fundación Cepaim apoya el festival desde el proyecto Periferia-S que se viene llevando a cabo este año en el CCI la Estación, financiado por la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia.
El Centro Comunitario Intercultural La Estación de Beniaján ha sido galardonado con el Premio «Experiencia Transformadora» que concede EAPN España durante su IV Congreso de Participación, celebrado estos días en la ciudad de Zaragoza.
Este reconocimiento es fruto del trabajo realizado en los últimos ocho años, desde que se recuperó este edificio que había sido abandonado al olvido y el deterioro. En todo este tiempo, se han llevado a cabo más de 600 acciones en las que han participado más de 30.000 personas de 60 nacionalidades diferentes, tal como señaló Gabriel Nicolás, técnico de desarrollo comunitario de Fundación Cepaim, que fue una de las personas que subió a recibir el premio.
Nicolás también hizo mención a un sueño, el que se gestó en la mente de Juan Antonio Segura, director de Fundación Cepaim, para recuperar este espacio y convertirlo en un lugar para el encuentro, la participación y el empoderamiento de la ciudadanía. Un sueño hecho realidad gracias al apoyo de las administraciones públicas pero, sobre todo, de quienes han sido protagonistas del proceso: todas las personas que pasan día a día por La Estación y el medio centenar de entidades y colectivos locales con los que se viene colaborando y trabajando en red.
Al encuentro se refirió la otra técnica que subió a recoger el premio, Aurora Lema, que recordó las palabras de Marco Marchioni, cuando nos insta a provocar «relaciones improbables» que generen lazos comunitarios y rompan prejuicios. La Estación mantiene la esencia que la hizo nacer en el siglo XIX como un lugar donde se encuentran los caminos y las personas que los transitan. Cada persona recorre un viaje único, el de su propia vida, que en esta Estación encuentra un sostén para apoyar sus sueños, sus anhelos, sus derechos y facilitar que todo el mundo, independientemente de su punto de partida, pueda llegar allí donde se proponga. En comunidad y con el resto de personas que conviven en el territorio.
Con este premio, EAPN reconoce la trayectoria de La Estación como espacio de participación, eje vertebrador y proyecto transformador del entorno y de cuantas personas pasan por él.
En Fundación Cepaim muestran su satisfacción y agradecimiento por el premio, que se recoge en las palabras del equipo comunitario compuesto por Gabriel Nicolás y Aurora Lema: «Disponer de un espacio como La Estación es una suerte y un privilegio. Una experiencia que nos encantaría ver replicada en otros edificios que hay que rescatar del olvido. Este premio nos hace felices y nos anima a seguir trabajando con la gente, sobre todo con las personas que se encuentran en situación de dificultad, para su empoderamiento y acompañarlas en sus procesos de transformación».
Esta alianza se enmarca dentro del propósito que tiene IKEA en España: fomentar la igualdad de oportunidades, creando espacios transformadores que ayuden a las personas a crecer y tener nuevas oportunidades.
La
pandemia ha supuesto un gran impacto en la vida de las personas y sus
comunidades, acentuando las desigualdades, incrementando las dificultades y abriendo
más aún las brechas existentes. Conscientes de esta realidad y como parte del
propósito de la compañía de fomentar la igualdad de oportunidades, IKEA Murcia
se ha aliado con la Fundación Cepaim para convertir el Centro
Comunitario “La Estación” de Beniaján en un verdadero hogar de
intercambio cultural, que favorezca la cohesión social y la convivencia
comunitaria.
Con una inversión
de cerca de 22.000 euros, este proyecto de transformación ha supuesto una
intervención integral en todos los espacios del Centro Comunitario“La Estación”, teniendo
en cuenta, en primer lugar, la necesidad de espacios muy versátiles y diáfanos.
Dado el
uso multidisciplinar que se hace de los espacios del Centro, el proyecto
ha dado respuesta a las necesidades de adaptación cambiantes de las
distintas salas, para que puedan ajustarse a las diversas actividades que
albergan: clases de refuerzo educativo, deportes, música, ensayos,
exposiciones, conferencias, etc. Además, se ha creado una zona de aula
flexible y puestos de trabajo y se ha reforzado la capacidad de almacenaje
de material deportivo, juegos y libros. Asimismo,también se ha
intervenido en la zona de office dotándola de más almacenaje, así como
en los espacios exteriores.
El Centro Comunitario
“La Estación”, ubicado en la antigua estación de ferrocarril de Beniaján,
centra su labor en la mejora social desde la perspectiva de la acción
comunitaria y la participación social en el marco geográfico de la
Cordillera Sur de Murcia. Este Centro, cuyo proyecto es pionero a nivel
nacional, tiene como principal objetivo llevar a cabo acciones comunitarias
de cohesión social y convivencia, utilizando el arte y la cultura como herramienta
de transformación social. Desde
su apertura en 2013, en La Estación se han llevado a cabo más de 600
actividades, con un número de participantes que supera las 30.000 personas de
más de 60 nacionalidades distintas. La experiencia ha afianzado la metodología
comunitaria como forma de trabajo y seña de identidad de la Fundación Cepaim y
en 2021, inmersos en plena crisis sanitaria, se ha seguido caminando con más
empeño si cabe, ahondando en este modelo de intervención que construye junto a
las personas del territorio un lugar cada día mejor donde convivir. A pesar de
las restricciones y de las limitaciones de aforo, cumpliendo una rigurosa
organización de actividades en el calendario, por La Estación están pasando hasta
500 personas semanalmente. Y, afortunadamente, sin ningún contagio ni brote
hasta la fecha.
Este año, las líneas
de intervención de La Estación se están abordando a través del proyecto autonómico Periferia-S,
financiado por la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política
Social de la Región de Murcia, que aborda cinco grandes áreas de actuación:
salud comunitaria, educación intercultural, participación, trabajo en red y
actividades con colectivos vulnerables, en especial, familias, infancia,
jóvenes y personas mayores, favoreciendo el intercambio generacional e
intercultural y la conciliación familiar.
Además, en el espacio
de La Estación también se desarrollan acciones de otros proyectos impulsados
por Fundación Cepaim: desde la experiencia pionera de los Laboratorios Juveniles de la Región de Murcia a la consolidada
labor de Caixa Proinfancia; también
los programas formativos Incluye-T
de mejora de la empleabilidad para jóvenes entre 16 y 29 años en situación o
riesgo de exclusión social, el Programa
+Adelante destinado a la inserción laboral de mujeres, o los itinerarios de
empleo por cuenta propia Emprende para
el impulso de la creación de empresas por parte de población migrante.
Esencial está siendo
también el fortalecimiento de la colaboración
entre colectivos locales, creando sinergias y haciendo posible que muchos
de éstos hayan podido mantener su calendario de actividades, gracias a la
versatilidad que ofrece La Estación, superando las restricciones de aforo que
limitaban el uso de sus espacios habituales.
Fruto de todo este
trabajo y del conjunto de la trayectoria desde su apertura, en 2021 el Centro
Comunitario Intercultural La Estación ha sido premiado en la categoría
“Experiencia transformadora” dentro de los reconocimientos que concede cada año
a nivel nacional la Red Europea de Lucha
contra la Pobreza (EAPN).
“En
IKEA somos conscientes de que la pandemia ha abierto más si cabe las brechas
existentes y ahora más que nunca el apoyo de la comunidad local a las personas
más vulnerables es fundamental. Estamos felices de habernos embarcado junto a
Cepaim en este precioso proyecto que nos permite aportar nuestro pequeño
granito de arena para generar un espacio transformador que fomente la
convivencia y el intercambio cultural. Desde nuestro propósito como compañía
trabajamos para impulsar la igualdad de oportunidades y queremos contribuir a
mejorar el día a día de la mayoría de personas. Creemos que el Centro Cultural “La
Estación” es un maravilloso ejemplo de cómo a través del arte y la cultura se
puede mejorar la cohesión social y brindar nuevas oportunidades de futuro”, explica Josefa
Rodríguez, jefa de Sección de Marketing y RSC de IKEA Murcia.
“Trabajar
desde una entidad con las personas de un territorio concreto, forma parte de
esa estrategia que vuelve a cobrar fuerza en el nuevo modelo de sociedad al que
nos dirigimos: apostar por lo local, por la economía, el ocio y la cultura
de proximidad. Hacerlo desde la suma de colectivos y de agentes sociales y
económicos que conviven en un mismo lugar, no hace sino ampliar la incidencia y
multiplicar los resultados. Hoy estamos aquí, de la mano, una empresa con
responsabilidad social como Ikea, la administración, el tercer sector y la
ciudadanía, trabajando unidas, construyendo sociedad”,señalaAndrea Nieto,
Coordinadora de Cepaim en el municipio de Murcia.
“Tuve la suerte, desde otro puesto de trabajo, de estar en la inauguración de La Estación en 2013. Desde entonces este espacio ha cambiado mucho, porque la sociedad está cambiando. No sólo por la crisis sanitaria, sino porque el ser humano está en continua transformación. Creo que es un momento de emociones, de sentimientos, de facilitar los cambios como promueve este espacio, facilitando lugares de encuentro y de convivencia. La forma de trabajar de Fundación Cepaim es lo que hace que empresas como IKEA vayan más allá de la Responsabilidad Social y que toda su plantilla conozca estos proyectos, para promover la igualdad y ser parte de los mismos. Esta ocasión nos da la posibilidad de dar visibilidad a esta colaboración, para que se vaya replicando, y desde la administración tenemos la obligación de apoyarla. Este ambiente de paz, tolerancia y respeto lo habéis construido entre todos y se va a quedar y va a ser un referente”, apunta Lucía Hernández, directora general de Política Social y Relaciones con el Tercer Sector de la Región de Murcia.
Jornada de Puertas Abiertas
El acto de reapertura oficial, celebrado el 26 de octubre en La Estación a las 11:00 de la mañana con la presencia de la Directora General de Política Social, Lucía Hernández, y de representantes de Ikea Murcia y de Fundación Cepaim, dio el pistoletazo de salida a una jornada de puertas abiertas del renovado centro que se prolongó hasta las 20:00 horas. Durante todo el día pasaron por La Estación decenas de personas que pudieron disfrutar del resultado de la intervención. También se contó con la presencia de representantes de instituciones locales con las que se viene trabajando estrechamente en red desde hace años, como la Junta Municipal de Beniaján, el Auditorio y Centro Cultural, la Biblioteca Municipal, el Centro de Mayores o el Centro de la Mujer «María Séiquer» de El Bojar, así como integrantes de otros colectivos y asociaciones de Beniaján que participan de los procesos comunitarios impulsados desde la Estación: Asociación de Vecinos, Beto, Columbares, Cáritas Parroquial, Coral Vía Musicalis, Peña La Parranda, Coro Rociero de Beniaján o Teatro Edmundo Chacour. Especial fue la acogida dispensada al personal voluntario que ha colaborado en todo el proceso de transformación, poniendo muy en valor tanto por parte de Cepaim como de IKEA su papel protagonista en el cambio del que a partir de ahora podrá disfrutar toda la ciudadanía.
Proyectos de transformación social para crear “Verdaderos hogares”
Este proyecto de IKEA Murcia se enmarca dentro de la iniciativa “Verdaderos hogares” que está llevando IKEA en toda España. Se trata de proyectos de transformación social con los que se generan espacios y hogares para personas en riesgo de exclusión social. Para ello, la compañía ha identificado los proyectos más relevantes, en aquellas comunidades en las que hay una tienda de IKEA, a los que ha destinado cerca de 500.000 euros de inversión y con los que prevé impactar en más de 10.000 familias vulnerables en los próximos meses.
Esta iniciativa forma parte de la inversión de 1,5 millones de euros anunciada por IKEA en España. La compañía ha destinado una parte importante al apoyo de organismos locales y organizaciones no gubernamentales, para la gestión de la crisis sanitaria. Más de 30.000 productos de IKEA y 60.000 unidades de material sanitario son solo algunos ejemplos de la implicación de IKEA en la lucha contra la COVID 19 y su impacto en la sociedad española, con foco en las familias en riesgo de exclusión social.
Tras el obligado paréntesis de la pandemia, el Centro Comunitario Intercultural “La Estación” dependiente de Fundación Cepaim, junto al Centro Cultural y Auditorio de Beniaján, pertenecientes a la red de espacios culturales del Ayuntamiento de Murcia, han puesto en marcha la VI convocatoria para la selección de proyectos de arte y acción social a desarrollar en el marco del festival Beniaján Microacciona 2021.
La propuesta, fruto de
un estrecho trabajo en red que se viene realizando entre ambas instituciones,
está ya consolidada desde hace varios años y mantiene toda su esencia,
especialmente en este tiempo que venimos atravesando de dificultad para el
sector y la producción artística, y cuando la necesidad de apostar por
iniciativas encaminadas a la mejora social y a potenciar la mirada hacia lo
local se ha hecho, además, mucho más latente.
El plazo para recibir
las propuestas quedó abierto el pasado lunes 2 de agosto con la publicación de
las bases, y se prolongará hasta el 6 de
septiembre. Tras la valoración de los proyectos recibidos, en esta edición
serán tres los que consigan un apoyo
económico de 700€ cada uno para su
ejecución durante el festival Beniaján
Microacciona 2021, que se desarrollará el próximo otoño.
A la convocatoria se
podrán presentar artistas o profesionales de la acción social mayores de edad,
a título individual o colectivo. Los proyectos que se buscan han de ser
creativos e innovadores, utilizando cualquier disciplina artística como
herramienta a la hora de abordar una temática social detectada en el territorio
de Beniaján. Se valorará la posibilidad de implicar a colectivos y entidades
locales en el planteamiento del desarrollo o la ejecución de la propuesta. Y se
cuenta además en esta edición con la referencia de una guía metodológica sobre experiencias anteriores de Microacciona,
elaborada y publicada por las entidades convocantes.
Fundación Cepaim apoya Microacciona desde el proyecto Periferia-S que se viene llevando a cabo este año en el CCI la Estación, financiado por la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia.
Para acceder a las BASES DE LA CONVOCATORIA pincha AQUÍ Para consultar la GUÍA METODOLÓGICA pincha AQUÍ
Culmina la escuela de verano ‘Social Brass AMB’ organizada por la Agrupación Musical de Beniaján con el apoyo de Fundación Cepaim.
Debía hacer frío la mañana que David Arce, director de la Banda Escuela de la Agrupación Musical de Beniaján, se puso en contacto con el Centro Comunitario Intercultural La Estación de Beniaján para hablarnos del Proyecto IMUS, financiado por la Consejería de Educación y Cultura de la Región de Murcia a través de la Federación de Bandas de Música.
Se trataba de un proyecto para usar la música como vía de integración e inclusión de niños, niñas y adolescentes que se encontraran en situación de vulnerabilidad o que procedían de otras nacionalidades y culturas. Con ese espíritu, no podían buscar mejor aliado que el CCI La Estación y, por supuesto, abrimos nuestras puertas. Precisamente el trabajo en red y el apoyo a este tipo de iniciativas, en las que disciplinas artísticas se convierten en herramienta de encuentro y cohesión, es uno de los ejes fundamentales del proyecto Periferia-S que se viene desarrollando este año en el Centro Comunitario con la financiación de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social.
Nos pusimos manos a la obra y durante la primavera contactamos con los centros educativos de Beniaján para que llevaran la propuesta a las familias que podían beneficiarse de esta escuela de verano. Así se conformó un precioso grupo de quince niños y niñas entre 7 y 14 años de seis nacionalidades distintas que durante este verano han puesto a prueba su talento musical y han podido probar la experiencia de tocar un instrumento de viento y ser parte de una banda de música.
Al frente del diseño y desarrollo de las sesiones han estado los profesores David Arce, Jesús Pereñíguez y José Antonio Mondéjar, combinando en la programación teoría musical de iniciación, ejercicios y juegos de ritmo, proyección de audiovisuales y, por supuesto, el acercamiento práctico a los instrumentos. Las clases han tenido lugar unas veces en el Auditorio de Beniaján y otras en La Estación, aprovechando las múltiples posibilidades que brindan ambos espacios. Han sido cuatro semanas de calor y música en la Social Brass AMB, un total de 80 horas de formación donde además de notas ha brotado la amistad entre niños y niñas que antes no se conocían y que ahora pueden soñar con dedicarse a la música.
Hoy es 23 de julio y hace el calor que toca en el tórrido verano murciano y termina la primera experiencia que hemos disfrutado de una Escuela de Verano Musical en colaboración con la Agrupación Musical de Beniaján. La semilla que dejan estas notas seguirá creciendo durante el otoño con la integración de varios participantes en la escuela de la AMB. Y deseando que llegue el verano próximo y poder realizar la segunda edición.
El Proyecto Periferia-S se une al Festival Murcia Tres Culturas para celebrar el Día Mundial de la Diversidad Cultural, el viernes 21 de mayo, colaborando en la difusión de la mesa redonda “Murcia Andalusí. Herencia y presencia hoy. Diálogo joven”, organizada por la Asociación ONDA de Murcia en el Centro Cultural Puertas de Castilla, con la participación de Pilar Garrido, Juan José Tamayo y Houssein El Ouariachi y moderada por Mariam Chenouf. Al término del acto se leyó el Manifiesto elaborado para la ocasión por las 16 entidades que componemos la Mesa de la Islamofobia en Murcia.
Mariam Chenouf es cartagenera. Ha estudiado medicina y
acaba de terminar el MIR. Pronto estará pasando consulta en atención primaria,
su especialidad. Allí hará preguntas a sus pacientes para empezar a barruntar
un diagnóstico sobre los males que les afectan y, así poder encontrar una
solución, un alivio.
Lo mismo hace la
tarde del 21 de mayo en el salón de actos del Centro Cultural Puertas de Castilla durante la mesa redonda ‘Murcia andalusí. Herencia y presencia hoy.
Diálogo joven’, dentro de la programación del Festival Murcia Tres
Culturas. Mariam lanza preguntas a sus contertulios para encontrar
explicaciones a los silencios que la historia local y nacional ha guardado
sobre nuestra herencia islámica, algo que pueda explicar la invisibilidad de
figuras murcianas punteras de la filosofía y la sabiduría durante los siglos X
a XIV, preguntas y respuestas que nos permitan reconciliarnos con nuestra
historia, reconocernos en nuestros orígenes y que alivien el dolor que causa el
desconocimiento, que puede llevar a graves enfermedades sociales, como el
racismo o la Islamofobia.
Conocedora de que
actividades como esta “mesa redonda” son antídoto contra esos males, otra
“mesa” se unió a la preparación del evento, la conocida como “Mesa de la
Islamofobia en Murcia”, constituida a finales de 2019 y que ha retomado su
actividad con fuerza al albur del evento del 21 de mayo, Día Mundial de la Diversidad Cultural.
La Mesa de la Islamofobia en Murcia está
constituida por 16 entidades, instituciones y asociaciones, entre las que figura
la Organización Nacional para el Diálogo y la Participación (ONDA), de la que es miembro activo
nuestra doctora, Mariam Chenouf,
encargada de dinamizar el debate esta tarde; Mounia Tbib, gran organizadora del evento y Houssein El Ouariachi, periodista y presidente de ONDA y una de las
voces que podremos escuchar durante la tarde, haciendo un análisis del relato
tergiversado y oportunista que ha hecho la Historia, magnificando algunos
periodos y minimizando otros (independientemente de su duración) para crear una
visión única e interesada del pasado, que justificaría el presente. El
Ouariachi nos exhorta a ser parte activa en la recuperación de ese pasado para
reescribir el presente, no quedarnos únicamente en el papel de víctimas, sino
ser protagonistas de la comunidad que construye un futuro en paz, partiendo del
diálogo y el respeto entre las distintas culturas que viven y conviven en un
mismo espacio y tiempo. Y, para pasar de espectadores a protagonistas, es
necesaria la PARTICIPACIÓN activa en la sociedad, a través de asociaciones como
ONDA o mesas como esta Mesa de la Islamofobia, de la que es parte el Proyecto
Periferia-S a través de Fundación Cepaim.
Parecido es el
mensaje que lleva entre sus manos el conocido teólogo Juan José Tamayo, que desde el cristianismo se vio en la necesidad
de conocer más sobre el islam a partir de unas clases que tuvo que dar a
oficiales del Ejército.
Frente a personas
que habían estado en operaciones militares en países de mayoría musulmana, se
dio cuenta de su gran desconocimiento de otra de las religiones llamadas “del
libro”, con la que se comparten multitud de rasgos comunes, como desgranó
rápidamente en una de sus intervenciones. Fruto de este descubrimiento, se
lanzó a la tarea de investigar sobre el islam y de este trabajo resultó una de
sus publicaciones, “Hermano Islam”,
que era uno de los que podía adquirirse en la mesita de libros instalada a la
entrada del centro cultural Puertas de Castilla.
Tamayo nos anima a
revisar los relatos que nos llegan sobre “los otros” y mirarlos desde una
perspectiva crítica, porque tal vez tengan más de “nosotros” de lo que nos
quieren hacer ver. Y puso de manifiesto cómo en los periodos de la Historia que
han fomentado el diálogo y el encuentro, han sido periodos de crecimiento y
esplendo, mientras que los momentos de intolerancia, persecución y rechazo, han
traído la regresión y el retroceso. Muestra de ambas posiciones sería la Murcia
medieval que, desde el diálogo entre las culturas, consiguió una posición
preminente y referente en el tablero internacional; mientras que episodios
oscuros y de lamentable recuerdo como la expulsión de los moriscos (1609-1613)
trajeron consigo un retroceso económico, cultural, demográfico, etc., sin
ningún motivo justificable, más que la intolerancia y el fundamentalismo
religioso. Cuando en nombre de Dios se persigue, mata o extermina, “Dios se da
de baja de todas las religiones”, dijo Tamayo haciendo referencia a una viñeta
de El Roto, publicada durante la invasión de Irak (2003).
Partiendo de la
premisa de que el encuentro trae riqueza (en el más amplio sentido de la
palabra) y el desencuentro, empobrecimiento, sólo nos queda reivindicar el
diálogo para el encuentro, a través de la PARTICIPACIÓN, como hacía El
Ouariachi y como estábamos haciendo en este evento, al que la siguiente
tertuliana, Pilar Garrido,
islamóloga y profesora de estudios árabes de la Universidad de Murcia, se
refirió como una “fiesta” y un momento de gran alegría y gozo.
Garrido trajo la
visión positiva a lo que se estaba viviendo en ese momento en Puertas de
Castilla, mostrando que habíamos llenado todas las localidades disponibles para
asistir al evento presencial, varias personas se habían quedado en la puerta y
muchas otras lo estaban siguiendo en streaming. Estas ganas de hablar y
encontrarse son el futuro para Pilar Garrido, aunque otros intenten
ensombrecerlo o llenarlo de ruido para desviarlo hacia la confrontación o el
odio.
La profesora empezó
interpelando al auditorio con una “cascada de imágenes” en las que era difícil
saber si el paisaje o la arquitectura mostrada pertenecían a Murcia, Damasco o
El Cairo. Con el poder de la imagen nos traía a la palestra el tema de la
tarde: el reconocimiento de los orígenes comunes. Más adelante, además, dedicó
una parte de su intervención a poner en valor figuras muy reconocidas de la
Murcia medieval, todas musulmanas, como el propio fundador de la ciudad, Abd
Al-Rahman II, el sabio Ibn Arabí, Ibn Mardanish (conocido también como “Rey
Lobo”) o el citado en El Quijote, Al-Ricotí y puso de manifiesto cómo estas
figuras son muy reconocidas en otras partes del mundo, mientras que aquí apenas
se las conoce, aun siendo originarias de Murcia.
Confluía, por
tanto, con el resto de ponentes, en esa invisibilización de parte de nuestra
historia, que es necesario reivindicar y sacar a la luz. Y puso toda su
esperanza en las nuevas generaciones, personas jóvenes que ya viven en un
contexto de diversidad y saben reconocer la riqueza que esta nos aporta.
Diversidad que
caracteriza a las Periferia-S, como el nombre del proyecto en el que este año
está embarcado el Centro Comunitario Intercultural La Estación de Beniaján,
motivo por el cual no podíamos faltar a la cita en Puertas de Castilla el Día
Mundial de la Diversidad Cultural. Allí estuvimos, también como parte de la
organización que consiguió ese lleno absoluto al que se refirió la profesora
Pilar Garrido. Y si ese lleno fue posible fue gracias al llamado “Trabajo en Red”,
que es una de las buenas prácticas que llevamos a cabo en La Estación y en
general en el área de Interculturalidad y Desarrollo Comunitario de Fundación
Cepaim.
Entre las
autoridades presentes en el acto, estuvo la Teniente de Alcalde de Igualdad,
Juventud y Cooperación al Desarrollo en el Ayuntamiento de Murcia, Teresa Franco, quien presentó el acto y
lo cerró en su intervención durante el debate, demandando más espacios como
este, donde el diálogo sea posible. Cogemos el testigo y cerramos este post
asegurando que sólo es un hasta luego, pues es bien seguro que una continuación
de este evento pueda tener lugar en La Estación antes de fin de año.
El sábado 15 de mayo tuvo lugar el I Encuentro Regional de Laboratorios Juveniles de la Región de Murcia, organizado por el Proyecto LabJuvRM y el Proyecto Periferia-S en el Centro Comunitario Intercultural La Estación de Beniaján. Al encuentro acudió el Director General de Juventud de la CARM, José Manuel López y fue una gran oportunidad para que la juventud hiciera oír su voz.
Diversidad de
orígenes, de acentos, estéticas y color de piel. Diversidad también en las
edades, desde la adolescencia, hasta casi la treintena. Diversidad de sueños y
esperanzas, trayectorias de vida y perspectivas de futuro. Pero unidad en las
peticiones: lugares donde poder hacer realidad esos sueños.
Esa sería la primera imagen que dejó el I Encuentro Regional de Laboratorios Juveniles organizado por el Proyecto LabJuvRM, en colaboración con el Proyecto Periferia-S, dentro del marco de los “Encuentros en La Estación”, que tuvo lugar este pasado sábado 15 de mayo.
Al acto acudieron 30 jóvenes de los territorios donde se ha llevado a cabo la Experiencia Piloto “Laboratorios Juveniles de la Región de Murcia”: Barrio de San Antón, en Cartagena; Barrio del Carmen y Beniaján, en Murcia y Barrio de Los Ángeles, en Lorca. Junto a esta representación de jóvenes de los barrios, estuvo en primera fila José Manuel López, Director General de Juventud de la Región de Murcia y junto a él, Francisco Nicolás, presidente de la Junta Municipal de Beniaján y Pedro López, Coordinador Autonómico de Fundación Cepaim.
El protagonismo fue para las voces jóvenes congregadas esa mañana. Para despertar la mente, la voz y el cuerpo, se inició el acto con dinámicas de presentación, animadas por Pedro Ortín, del Proyecto EPI (Emprender para Incluir), de Fundación Cepaim. Una vez activados los cuerpos, se pasó a una presentación del evento, a cargo del equipo organizador, Pedro López, Francisco Nicolás y José Manuel López. Se remató la bienvenida con un pequeño almuerzo ofrecido por la organización.
Con las pilas
cargadas y el corazón lleno de palabras y razones se pasó al acto central del
día, consistente en un diálogo sobre políticas de juventud entre las personas
jóvenes que habían participado en los “Laboratorios” y el Director General de
Juventud.
En representación de Lorca, tomó la palabra Juan Pedro Rodríguez, presidente del Consejo de la Juventud de la Ciudad del Sol, quien hizo un resumen muy acertado de las necesidades de la juventud en su municipio, pero también en otros lugares, como demandas transversales que atraviesan al colectivo como parte de una generación y un tiempo compartido.
Juan Pedro habló,
en primer lugar, de la falta de espacios para poder desarrollar actividades de
ocio saludable, haciendo referencia al estereotipo que muchas veces transmiten
los medios de comunicación sobre las personas jóvenes, como si solo tuvieran
interés en hacer botellón y emborracharse. Juan Pedro interpelaba: ¿acaso se
ofrece otra cosa u otro lugar de encuentro distinto a la terraza de un bar? Y
lo vinculaba a la ausencia de políticas de juventud que apuesten de verdad por
las personas jóvenes y pongan el foco en sacar todo el potencial de esta
generación, lo que pasaría por dar una vuelta al Programa de Garantía Juvenil,
que es la estrategia de lucha contra el desempleo juvenil (en un 44% en Lorca),
pero que, en palabras de Juan Pedro Rodríguez, “habría que ir un paso más
allá”.
Para Juan Pedro
“participar cambia: cambia el municipio donde vives y hace a la persona” Por
eso para él es tan necesario que haya espacios (físicos, reales), donde poder
llevar a cabo esa participación que iría desde estar activos en la búsqueda de
empleo y generación de empleo hasta todo lo que tiene que ver con la cultura.
En el Laboratorio
de Lorca se trabajó especialmente con la cultura popular, generando un diálogo
entre tradición y modernidad, poniendo en valor los bailes tradicionales y, de
hecho, en el evento del sábado 15 también estuvieron presentes jóvenes del
grupo de Coros y Danzas “Virgen de las Huertas” de Lorca, participantes activos
del Laboratorio lorquino, que están transmitiendo sus raíces a su generación y
a los niños y niñas del municipio, siendo garantía de continuidad para el
patrimonio musical y cultural lorquino.
Tras la intervención de Lorca, tomó la palabra Fátima, una chica musulmana del Barrio de San Antón en Cartagena. Si Juan Pedro habló del empleo, Fátima nos llevó al punto anterior a este: la educación y la formación. En sus palabras, “estudiamos para tener oportunidades para el empleo, para poder dedicarnos a lo que de verdad nos gusta”. Pero no siempre es fácil estudiar cuando vives en zonas alejadas del centro. Fátima ponía el foco en la ausencia de bibliotecas y aulas de estudio en su barrio. Hay que trasladarse al centro, con lo que implica de dificultad por la ausencia de una buena red de transporte público.
Tampoco hay
espacios para conocer gente, salir y divertirse, por lo que reclamaba espacios
de ocio alternativos al consumo, porque las personas jóvenes quieren hacer más
cosas aparte de ir de compras al centro comercial o tomar cañas en terrazas. Con
ello, Fátima trajo a la palestra otro gran tema: la necesidad de una
recuperación integral tras la pandemia. Su generación ha sufrido especialmente
las consecuencias de los cierres y el parón de actividad y es necesaria una
estrategia, fuerte y consensuada, de recuperación tras la COVID-19.
Finalmente, en representación de Beniaján y el grupo del Carmen, tomó la palabra el artista de Hip Hop, Jeff Niko, que ha sido uno de los integrantes del Laboratorio Juvenil de Beniaján durante estos 4 meses de experiencia piloto.
Las palabras de
Niko fueron directas al corazón de la audiencia: “las personas jóvenes tenemos
inquietudes, ideas y proyectos. No pensamos sólo en nosotros mismos. Pensamos
en nosotros y en los demás. Pero nos faltan espacios con actividades que apoyen
la creatividad. Lugares donde poder expresarnos sin miedo a que nos sancionen
por pintar en un muro o cantar en un determinado sitio, o que nuestra expresión
pueda acabar en conflicto”. Y dio las gracias por proyectos como este LabJuvRM
en el que fue posible organizar una batalla de Hip Hop y pintar un mural de
sensibilización medioambiental, entre otras actividades, con el apoyo del
proyecto y la junta municipal de Beniaján.
Niko nos hizo mirar
a los barrios, donde se congregan las clases más estereotipadas (o contaminadas
por la imagen que dan de ellas, en palabras de Pedro López), para recordarnos
que los y las jóvenes de las periferias también tienen sueños y sólo quieren lo
mismo que el resto del mundo: seguridad, paz, trabajo, derechos, una vida digna
para ellas y sus familias…
Tras las palabras de las 3 representaciones de los tres municipios llegó el turno de réplica para José Manuel López, que escuchó atento todo lo que las representaciones fueron hilando en su discurso. Las primeras palabras del Director General fueron de agradecimiento para estos chicos y chicas “porque sois ejemplo para otros jóvenes, que seguirán vuestros pasos”, haciendo referencia a una posible ampliación de la experiencia.
Para López, los
recortes en políticas de juventud son un gran error y de hecho, los
presupuestos que acaban de presentar a la Asamblea contemplan una subida en las
aportaciones a esta área para poder incidir en mejoras para el colectivo joven,
en colaboración con otras administraciones, sobre todo ayuntamientos, otras
consejerías y entidades, como sería esta experiencia con Fundación Cepaim.
José Manuel López
habló también de la preocupación ante el desempleo juvenil y puso como ejemplo
la experiencia que se va a aplicar en 8 municipios pequeños de la Región para
arraigar población, ofreciendo alternativas de empleo y emprendimiento para que
la gente joven no se vea obligada a abandonar los pueblos, lo que pasa por la
formación, a la que el Director General da una gran importancia, en respuesta a
las demandas que hacía Fátima en representación de su barrio cartagenero.
Para José Manuel
López, la educación no formal que se produce en espacios como estos
“Laboratorios Juveniles” es una clave esencial de la formación de la persona y
de la construcción de un itinerario formativo que va más allá de lo laboral.
Desde su perspectiva, la educación reglada está muy enfocada a que el alumnado
vaya a la Universidad, pero en verdad hay muchas más alternativas aparte de las
carreras universitarias, como son las vías que abre la formación profesional y
todo lo que se puede trabajar a nivel de competencias, talentos, innovación,
etc., en el ámbito de la educación no formal.
En este sentido,
mostró un total acuerdo con las demandas de los jóvenes sobre la necesidad de
tener espacios para que se pueda llevar a cabo la participación. Espacios como
esta antigua estación de tren que acogía el encuentro, un lugar robado al
olvido para que sea hoy trasiego de más de 100 personas al día (en tiempos aún
de pandemia) vinculadas a más de 10 colectivos y asociaciones de la localidad.
Sin olvidar la importancia de la participación a través de las Redes Sociales,
como forma de expresión individual y colectiva que marca nuestro tiempo.
Este diálogo se produjo en la zona llamada “Muelle de Carga” del CCI La Estación de Beniaján. Antaño, en este lugar, se cargaban los trenes de mercancías que llevaban verduras y manufacturas de la Huerta de Murcia hacia países del centro de Europa. Hoy no son cajas, sino palabras, las que vuelan desde el pensamiento joven hasta los oídos receptivos de una administración que dice que hay que darle la vuelta a lo que entendemos por participación: “deben ser las personas jóvenes las que digan qué quieren hacer y cómo quieren hacerlo y la administración la que se preocupe de facilitar los medios para que eso sea posible”, dijo José Manuel López, Director General de Juventud para alentar a los y las jóvenes a que sigan participando y que sigan adelante con sus proyectos. Pero recordando que, aunque los llamemos “proyectos”, “inquietudes” o “sueños”, no son cosa del futuro, sino del presente. Porque los jóvenes no son el futuro, los jóvenes son el presente.
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