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Fuente: Europa Press,Beniaján, Murcia a 9 de Noviembre de 2014.

El Centro de Arte y Acción Social ‘La Estación’ de Beniaján se ha convertido en un centro pionero a nivel nacional en llevar acciones comunitarias de cohesión y convivencia utilizando el arte y la cultura como herramienta. El Centro de Arte ‘La Estación’ pionero a nivel nacional en la acción comunitaria a través del arte Ampliar foto Así, lo ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el técnico de Coordinación y Programación del centro, Juan Nicolás, quien ha destacado que la gran diferencia con el resto de centros socio-culturales  «es que las actividades y talleres responden a demandas sociales de la comunidad. Son los propios vecinos los que, a través de una comisión, apuntan las necesidades de la localidad».

El centro se ubica en las instalaciones de la antigua estación de ferrocarril de la localidad. La Estación, del siglo XIX, fue un lugar que forjó en la pedanía su faceta de cruce de caminos y punto de conexión entre huerta, mar y monte, contribuyendo así a formar la idiosincrasia propia del pueblo que se manifestó a través de su economía, su cultura y sus redes asociativas que hoy quieren contribuir a fortalecer. Este proyecto, hoy realidad, nace promovido por la Fundación Cepaim gracias a un convenio de cesión de las instalaciones firmado con ADIF y fue financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través del IRPF para Fines Sociales. Nicolás indica que «así como las vías del tren partieron en dos el pueblo, la antigua estación se convierte ahora en un nexo de unión entre esas dos partes de la pedanía, intentando estrechar sus lazos a través del arte y la cultura».

Así, el Área de Acción Comunitaria Intercultural de Fundación Cepaim puso en marcha este espacio dedicado a la mejora social desde la perspectiva del trabajo comunitario y la participación social, situando el arte creativo como herramienta fundamental para la convivencia y la cohesión social. Y es que, en esta iniciativa, la acción comunitaria parte del trabajo en común de los tres grandes protagonistas que participan en este centro: la ciudadanía, la administración pública y los técnicos especializados en trabajo social.

El centro se gestiona a través de una comisión mixta que se autodenomina ‘Grupo Motor’ y que funciona como órgano colaborador en la gestión y el diseño de las actividades que son programadas. A su vez este grupo integrado por voluntarios de distintas nacionalidades edades y perfiles, y que pretende se representativo de los distintos colectivos y sectores sociales, se subdivide en grupos de trabajo atendiendo a las diferentes líneas o ámbitos de actuación. Las líneas de actuación del centro se podrían resumir en refuerzo educativo, familia, inserción socio-laboral, salud, participación social y dinamización comunitaria y arte creativo comunitario.

Para desarrollar esas líneas de actuación se creó el Grupo Motor, un grupo de 17 personas en donde están representados todos los sectores de población de Beniaján. En esa selección, según explica Nicolás, «se han tenido en cuenta diversas variables como la edad, las creencias religiosas, la etnia o las diferentes capas sociales». Su programa de actividades es el resultado «de un trabajo de investigación que parte del conocimiento de las necesidades y demandas detectadas en la pedanía de Beniaján, y que se viene realizando desde el pasado año con la participación voluntaria de los vecinos y vecinas y la red de colectivos de la pedanía», añade el coordinador.

Ese trabajo conjunto entre asociaciones, vecinos, técnicos y administración culmina en los dos proyectos de ‘La Estación’ de Beniaján, el Programa de Intervención Social y Acción Artística ‘Micro-Acciona’ y el Proyecto de Acción Comunitaria de Mejora del Entorno.

MICRO-ACCIONA ‘Micro-Acciona’ es un programa de intervención social que parte del trabajo en red coordinado entre el Auditorio de Beniaján y el Centro de Arte y Acción Comunitaria La Estación de Beniaján. Consiste en seis proyectos becados con los que se pretende realizar seis ‘micro-acciones’ en la pedanía murciana vinculadas a la inclusión social y la participación ciudadana. El 31 de octubre comenzaron estas micro-acciones con ‘Musicando’, el primero de los proyectos becados y que estuvo dirigido por Joaquín Gras y Elvira Nicolás. Diversas formaciones musicales interpretaron obras musicales por todos los rincones del casco urbano de Beniaján para acercar esta manifestación artística al espacio público. A esta primera acción seguirá ‘Los objetos que hay en mí’, que se lleva a cabo durante este fin de semana, un proyecto de mediación artística a través de la escultura y que está orientado a mujeres inmigrantes. La tercera acción será ‘Arte de Acción en Beniaján’, del 1 al 5 de diciembre, un taller de creación basado en los movimientos e inquietudes sociales de la pedanía. El taller acabará con una muestra pública. La cuarta acción, A.D.N Beniaján, se llevará a cabo el 11 de diciembre, y consistirá en una exposición fotográfica en donde se llevará a cabo un proceso fotográfico para desentrañar e ADN de Beniaján. La quinta acción, que culminará el mismo día, se titula ‘Trazos y palabras en femenino plural’, que reunirá a mujeres mayores de la pedanía y sus cuidadoras de otras nacionalidades. La última acción ‘Sala de Espera (Intervención de Danza en Espacio Público)’ se realizará el 18 y 19 de diciembre. Una intervención en salas de espera y espacios públicos de convivencia de Beniaján.

Proyecto de regeneración del entorno de la estación Junto a ‘Micro-Acciona’, el segundo eje en importancia es el proyecto que el centro está realizando para recuperar el entorno en el que se encuentra la antigua estación de Beniaján. Un proyecto en el que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Murcia y Adif, que ha realizado la cesión de terrenos. Ese proyecto de regeneración del espacio ya ha comenzado con la creación de un huerto comunitario junto a la plataforma que une la antigua estación y el antiguo edificio de carga y descarga, en donde ahora se realizan los talleres y las exposiciones. La siguiente acción será la limpieza de las antiguas vías del tren (a su paso por La Estación) para recuperar el entorno del antiguo paseo de Las Moreras. También está previsto la creación de una pista multiusos en unos terrenos cedidos por Adif y que el Ayuntamiento limpiará de escombros. Programa de actividades El programa de actividades contempla el proyecto de recuperación y mejora del entorno, con formaciones prelaborales enfocadas a la inclusión sociolaboral sobre cultivo ecológico; ajardinamiento y carpintería para la mejora sustancial del perímetro que rodea La antigua Estación; ajardinamiento e instalaciones deportivas. La recuperación del demandado cine de verano, donde se incluyen ciclos temáticos que abordan la gestión de la diversidad y que sirve de espacio para mostrar el trabajo audiovisual que se genere en la pedanía de Beniaján. Así como un taller de video-creación impartido por el reconocido director de cine y guionista Alfonso Albacete. «En este programa no hemos querido olvidar un apartado importante, el de los procesos de investigación para el desarrollo de proyectos de arte en Acción Comunitaria, vinculados a la mejora social, para lo que abrimos una línea de ayudas que hemos denominado micro-acciones», explica Nicolás. Además, se puede visitar las exposiciones permanentes que tiene el centro, participar en los talleres, conciertos y teatro que completan este programa «siempre vivo y dinámico de La Estación de Beniaján».

¡¡Puedes descargar el programa de BENIAJAN MICROACCIONA pinchando abajo!!

[button url=»http://laestaciondebeniajan.com/wp-content/uploads/2014/10/I-FESTIVAL-BENIAJAN-MICRO-ACCIONA-PROGRAMACIÓN-2014.pdf » size=»small»]PROGRAMA COMPLETO[/button]

Más información en:

 www.cepaim.org

Contacto de prensa

comunicacion@cepaim.org

Juan Nicolás / Domingo Segura

968 82 4114 647417083

ARRANCA LA PROGRAMACIÓN DEL CENTRO DE ARTE Y ACCIÓN COMUNITARIA EN “LA ESTACIÓN DE BENIAJAN”.

Desde la Fundación Cepaim, en cooperación con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Murcia, impulsamos este proyecto que recoge la propuesta de actividades para la programación de Febrero a Junio de 2014 del Centro de Arte y Acción Comunitaria La Estación, promovido por Cepaim, en colaboración con los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y Empleo y Seguridad Social.

Se trata de una primera programación que explora las posibilidades de colaboración a nivel local entre el Ayuntamiento de Murcia y la Fundación Cepaim.

Este programa es el resultado de un trabajo de investigación que parte del conocimiento de las necesidades y demandas detectadas en la pedanía de Beniaján, y que se viene realizando  con la implicación y la  participación social de los vecinos y vecinas y la red de colectivos sociales de la pedanía.

Para esta programación ha tenido una intensa participación el   Grupo motor del centro que ha supuesto la integración y participación social en los procesos de dinamización comunitaria y en la generación de propuestas. Puede conocerse esta iniciativa a través del programa PARTICIPA!! y su página Web http://laestaciondebeniajan.com/participa-grupo-motor/. Para el Centro de Arte y acción Comunitaria, la aportación de este grupo es imprescindible.

Fruto de estas sinergias, es el Programa que presentamos como el inicio de una cooperación más estable entre todas las entidades implicadas para este primer semestre del año 2014.

El programa  contempla el proyecto de recuperación y mejora del entorno, con formaciones pre-laborales enfocadas a la inclusión socio-laboral sobre cultivo ecológico, ajardinamiento y carpintería para la mejora sustancial del perímetro que rodea La antigua Estación de ferrocarril de Beniaján, y que descubre zonas de paseo y ocio, ajardinamiento e instalaciones deportivas.

Pretendemos recuperar el cine de verano, con la inclusión de ciclos temáticos que abordan la gestión de la diversidad y que servirá de espacio para mostrar el trabajo audiovisual que se genere en la Región de Murcia, así como un taller de video-creación impartido por el reconocido director de cine y guionista Alfonso Albacete.

Dentro del contenido de las actividades previstas, es importante destacar la puesta en marcha de un Programa denominado “MICRO-ACCIONES” mediante el cual se abren una líneas de ayudas relacionadas con proyectos de arte en acción comunitaria, vinculados a la mejora de la perspectiva social con un sistema de becas para llevar a cabo 6 propuestas.  . Las bases de la convocatoria podrán descargarse a partir del 1 de Abril en las páginas web www.laestaciondebeniajan.com y  www.enclavecultura.com

Además podrás visitar nuestras exposiciones permanentes, talleres, conciertos, teatro y demás actividades que completan este innovador programa, siempre vivo y dinámico de La Estación de Beniaján relacionados con el ámbito cultural y artístico, jugando y recreando la idea del ferrocarril, el viaje, el cambio, el intercambio cultural, la diversidad y la promoción social.

Todos los ciudadanos y ciudadanas de Beniajan, de la Cordillera y de Murcia tienen un billete  reservado para formar parte de este viaje.  La Estación de Beniaján, se convierte así, en un punto de partida para los itinerarios más lejanos que podamos imaginar, llenos de aventura y conocimiento.

PROGRAMA COMPLETO EN :

www.laestaciondebeniajan.com

www.enclavecultura.com

Tlf: 968823567

[toggle title=»FICHA»]FECHA: 21/06/13 al 9/10/13

HORARIO VISITA : Martes a Viernes de 17 h a 20h

PÚBLICO: todas las edades

ENTRADA: Gratuita

AUTORES: Rossy de Palma & Agustín Vidal[/toggle]

[title]La fragilidad de Migrar[/title]

Visitar esta Instalación, podéis venir de Martes aViernes por las tardes.

Una instalación conceptual sobre la vulnerabilidad del viaje   en las rutas migratorias.

¡¡ En el Formulario de Contacto no olvides ponernos el Nombre de la Actividad !!

[button url=»http://laestaciondebeniajan.com/contacto/» size=»small»]APÚNTATE ![/button]

La Fundación CEPAIM Acción Integral con Migrantes, a través del proyecto CEPAIM EMPRENDE organiza unas jornadas estatales sobre emprendimiento entre la población inmigrante, los días 29 y 30 de Octubre.

La finalidad de la jornada es generar un espacio de reflexión y diálogo sobre distintos modelos y herramientas de fomento de la cultura emprendedora entre la población inmigrante, y para ello se ha estructurado en dos partes: un taller sobre “Cómo desarrollar competencias emprendedoras y transferirlas a un proyecto de autoempleo” el martes 29 por la tarde, y una jornada sobre Programas de fomento de cultura emprendedora, sobre “Conocimientos, destrezas y  valores sobre los que construir el emprendimiento”, el miércoles 30 por la mañana. Esta jornada se desarrollará en el Salón de Actos del Museo Arqueológico de Murcia.   

Toda la información sobre esta jornada se encuentra en la página web de la Fundación, www.cepaim.org, así como la ficha de inscripción en las jornadas.

Las jornadas van dirigidas a personas emprendedoras, personal técnico de las Administraciones Públicas con responsabilidades en materia de inmigración y empleo, equipos profesionales de las entidades públicas y privadas que desarrollan programas de apoyo y fomento de la actividad emprendedora, y entidades de la sociedad civil que trabajan en favor de la igualdad de oportunidades y la inserción laboral de personas inmigrantes.

El casco antiguo de Beniaján, arremolinado en torno a la iglesia de San Juan Bautista, despliega el trazado de sus calles destilando todavía la esencia de un tiempo no tan lejano en el que la vida bullía a cada paso. La Calle Mayor, su arteria señera, se adentra en la parte con más solera del pueblo y configura, aún hoy, su espacio social por excelencia. Está atestada de coches aparcados, empañando quizá su potencial como lugar de estancia y paseo. Al paso, sobreviven algunos de los comercios tradicionales que antaño se sucedieran como inigualable crisol de servicios en la zona, alternándose ahora con establecimientos regentados por inmigrantes y, en el peor de los casos, con bajos cerrados. El emprendedor local hace tiempo que ve su futuro sólo en las nuevas avenidas, en una diáspora que afecta a la inmensa mayoría de los cascos antiguos.

Llegamos al Atrio, donde se sigue encontrando la gente en un ir y venir de vecinos que hoy todavía genera la farmacia, la carnicería de toda la vida, la caja de ahorros, o correos… y en los últimos años, también el locutorio, el bazar chino, o la carnicería marroquí. Pero sobre todo, si algo ha generado y sigue generando movimiento en la Calle Mayor, es la actividad parroquial.

Tocan las campanas convocando a la Misa de la tarde y vemos como entran unas mujeres al templo. Otras mujeres, éstas con velo, aguardan en una puerta anexa a la de la iglesia; se trata de Cáritas, que se nos presenta como el primer gran punto de encuentro de nuestra ruta: a pesar de ser un organismo católico, en él se da cita gente de cualquier confesión… y de todas las nacionalidades.

También en los salones parroquiales encontramos a un grupo de feligreses en plena faena, en este caso al frente de la restauración del patrimonio religioso local. Sobre la mesa de trabajo, la talla de la Virgen del Rosario, que deberá estar lista en unos días para poder salir en procesión durante las rogativas que cada domingo de octubre, al amanecer, recorren los barrios del pueblo. Nos sorprende gratamente esta actividad y nos da muchas pistas de cómo nos gustaría que se generase actividad en La Estación: una persona con un conocimiento y una motivación busca un espacio en el que poder compartir ambas cosas con otras personas que quieran acercarse. Busca el lugar y cierto apoyo y se crea el grupo que van alimentando semana tras semana entre ellos y ellas. Y así funciona la autogestión, esa palabra que suena tan bonita y tan difícil puede parecer a veces pero que al final no es otra cosa que aquello del “querer es poder”.

San Roque

Cae la tarde y en un rincón del castizo barrio de San Roque, estratégico por la brisa que acompaña su tertulia, un corro de señoras nos recibe con agrado. Son ‘sanroqueras’ de toda la vida y probablemente lleven reuniéndose en este mismo punto todas las tardes desde hace décadas. Algo han oído de lo que se cuece en la Estación, pero no se han acercado a ver lo que hay “de momento”… La salud ya no acompaña, dicen, y aunque se organizaran bailes como los que cada domingo llenan de bote en bote el Hogar del Pensionista, no creen que pudieran asistir. Hablamos luego de inmigración, lo que junto a la vejez parece ser para ellas el otro gran efecto que ha alterado la vida cotidiana del vecindario. “Nosotras ya no somos las que fuimos, ni el barrio tampoco”, nos dicen.

Paseamos y vemos que la mitad de las casas, casi todas antiguas, están cerradas. No hay comercio, y del portón de la carpintería de toda la vida, abierta de par en par, no sale el menor ruido de la sierra. Menuda diferencia con aquellos tiempos que T., otra vecina, nos contaba, cuando el barrio estaba lleno de gente y cada viernes todas las familias se juntaban a comer en la calle trayendo cada cual lo que tenía por casa, y terminaban a las tantas “arreglando el mundo”. Lo que no ha cambiado es la idoneidad de unas calles apenas sin tráfico, precisamente, para servir de punto de encuentro de los vecinos y de lugar de juego para los críos. Pero no hay niños, ¿o tal vez no salen de sus casas?

En mitad del silencio que el paso del tiempo parece haber dejado en herencia a esta parte del pueblo, escuchamos por fin una risa infantil; doblando la esquina, frente a uno de los pocos edificios nuevos que se levantaron en el barrio durante el boom inmobiliario, encontramos a la niña. Mientras la contempla desde el portal, su madre nos cuenta que se ha criado en San Roque, correteando siempre por aquellas calles y los huertos aledaños. Se compró allí su vivienda, cerca de la de sus padres, convencida de las ventajas que tiene vivir y ver crecer a los niños en un lugar tan tranquilo. Le hablamos de la Estación, de la reciente rehabilitación del edificio y del interés de la Fundación por dar voz a los vecinos del pueblo a la hora de programar actividades. No sabía nada… y tampoco se extraña por ello, pues dice que en Beniaján nunca se publicitan lo suficiente los eventos que desarrollan los distintos colectivos: “Hay poco movimiento y, del que hay, no nos enteramos o nos llega tarde la información”, se lamenta. Le gustaría que hubiese más actividades deportivas enfocadas a los jóvenes, y también infantiles, pues ahora mismo está llevando a su hija hasta otro pueblo tras no encontrar ninguna en el suyo. De su charla rescatamos muchas palabras muy interesantes, como esa sentencia en que nos dice que “ante la inmigración, no hay que buscar lo que nos separa, sino lo que nos une”.

Frente a la puerta del emblemático Chamboy, cerrada desde hace ya varios años, nos despedimos de San Roque. La imagen que ofrece hoy el que en  otro tiempo fue el más famoso y concurrido ventorrillo de la comarca, bien resume la situación de un barrio que habrá de poner especial interés en sacar brillo a sus virtudes, las muchas que tiene, para afrontar el futuro con optimismo.

Propuestas a pie de calle

En la Calle de Mínguez, tres adolescentes hacen cabriolas con sus bicicletas hasta que uno de ellos, con la curiosidad de quien quiere ver lo que unos desconocidos van apuntando y fotografiando acerca de su barrio, se detiene y llama la atención de sus amigos. Lo entrevistamos y, de entrada, tampoco él conoce de la existencia del nuevo centro La Estación. Probablemente, por su edad, quizá no sepa que Beniaján tuvo alguna vez estación ferroviaria. Sin tapujos, nos desvela su interés por que haya en el pueblo un lugar donde poder cantar y enseñar los palos flamencos, que confiesa dominar con cierto orgullo. Es su propuesta; y al hacerla, nos imaginamos por un segundo la decimonónica estructura de hierro de nuestra estación, como si del mismísimo Mercado de La Unión se tratara, cobijando bajo su nave un cante de las minas… beniajaneras.

P., en la Calle Brazal, manifiesta la necesidad de que Beniaján vuelva a tener su Asociación de Vecinos como ente aglutinador de iniciativas y vía de canalización de las demandas de los habitantes, pues, a su parecer “aquí, lo que falta es ciudadanía”. Como persona comprometida, son muchas las ideas que rondan su cabeza… y más ahora que está jubilado. Nos habla de talleres artesanos que transmitan oficios a los jóvenes, o de espacios dedicados a que los vecinos hablen y debatan. El verbo ‘compartir’ aparece como denominador común en cada una de sus propuestas; compartir incluso los problemas, como el que supuso para la zona la llegada de unos inquilinos que dejaron destrozado el edificio de apartamentos recién rehabilitado en el que estuvieron alquilados un tiempo; “situaciones de ese tipo, aumentan las reticencias y merman la voluntad de los vecinos de toda la vida por relacionarse con quienes vienen de nuevas”.

Encontramos a unos jóvenes musulmanes que afirman sentirse integrados en el pueblo. “Nos saludamos, nos decimos hola y adiós con los vecinos”, apuntan.

No es mucho, pero al menos es un principio.

Aurora y Gabriel