¡La Estación cumple 10 años!

El Centro Comunitario Intercultural La Estación de Beniaján se dedica a la mejora social desde la perspectiva de la acción comunitaria y la participación en el marco geográfico de la Cordillera Sur del municipio de Murcia. Nació con una vocación local, pero hoy constituye un equipamiento de referencia más allá incluso de las fronteras regionales.

Para Fundación Cepaim es, sin duda, uno de sus espacios más emblemáticos y representativos, pues no solo está en el territorio que vio nacer a la propia entidad, sino que además ha supuesto un auténtico laboratorio de experiencias para la puesta en marcha de proyectos de desarrollo comunitario intercultural que luego ha podido exportar a otros centros. Y para las personas y colectivos a los que acoge cada día, un lugar abierto al mundo donde compartir vivencias, estrechar lazos de vecindad y construir ciudadanía.

Fue el 24 de abril de 2013 cuando tuvo lugar su apertura, por lo que este año celebramos un aniversario muy especial: toda una década de consolidación y crecimiento de un sueño hecho realidad. La Estación es hoy un espacio pionero reconocido a nivel nacional por llevar a cabo acciones que utilizan el arte y la cultura como herramientas fundamentales para favorecer los procesos de transformación social. También un referente práctico y teórico en la aplicación coherente de políticas transversales de interculturalidad, gestión de la diversidad, igualdad de género, cohesión social, desarrollo local y codesarrollo, tomando siempre como base de actuación el territorio.

Todo ello se ha venido sustentando en dinámicas de mediación intercultural con la ciudadanía, la administración pública, los profesionales de la intervención social, el tejido económico-empresarial inmediato y los medios de comunicación: agentes que confluyen en el centro comunitario y fortalecen la intervención que se genera desde el mismo para que sea verdaderamente integral.

Además, la labor del CCI La Estación se ha ido alineando con los ODS de la Agenda 2030, en especial en cuanto a la sensibilización frente a la discriminación, la igualdad de oportunidades, la concienciación medioambiental o el fortalecimiento de alianzas, aspectos que impregnan todas las acciones programadas. La consecución de este objetivo vertebral se promueve a través del favorecimiento de espacios de diálogo y encuentro entre la población autóctona y migrante, alentando la interacción, el conocimiento y el reconocimiento entre las diferentes culturas presentes en el territorio.

En permanente estado de intervención y mejora con la ciudadanía

El centro ocupa las antiguas instalaciones ferroviarias de Beniaján, un entorno que en 2013 se encontraba en desuso y completamente degradado, constituyendo la apuesta decidida de Cepaim por recuperar para la ciudadanía este enclave histórico el punto de partida de toda esta aventura. Para ello, además del apoyo institucional brindado por las tres administraciones, se contó desde el principio con la implicación del vecindario y del tejido asociativo local, convirtiéndose en protagonistas de todo el proceso. Y es que, atendiendo a la metodología de la Investigación Acción Participativa que ha venido marcando la línea de trabajo de La Estación todos estos años, deben ser los propios habitantes quienes se involucren en la mejora de sus barrios.

Primero fue la rehabilitación de los edificios del siglo XIX que componen el complejo, respetando sus valores arquitectónicos y su memoria. Después su entorno más inmediato, transformando una vía muerta en huerto comunitario, o antiguos andenes y explanadas de carga y descarga de mercancías en zonas de ocio y descanso, o en circuitos para la práctica de deportes al aire libre. Ya en 2019, llegaría la tan deseada conversión del trazado viario al que se asoma el centro en la transitada Vía Verde de la Cordillera; un proyecto impulsado y financiado por el Ayuntamiento de Murcia pero que tuvo su germen en los procesos comunitarios y de empoderamiento vecinal forjados en La Estación. En 2021, gracias a un premio concedido por Ikea Murcia, se renovó todo el interior y el mobiliario del centro, mejorando la calidad y versatilidad de sus espacios. En 2022, esta vez de la mano de Carrefour, se reacondicionó el acceso principal con nuevas mesas, bancos y zonas de sombra. Y este mismo 2023, gracias al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Murcia, se ha ampliado el arbolado de todo el entorno.

Aún queda mucho por hacer y en el horizonte está una nueva fase de intervención sobre la Vía Verde. También la ampliación de las salas con que cuenta el centro comunitario, al incorporar espacios del antiguo edificio de viajeros que hasta hace unas semanas acogía oficinas de la estructura de la entidad.

Vagones llenos de actividades

A la recuperación física del espacio como lugar de encuentro para la ciudadanía, se fue añadiendo la programación y acogida de actividades alineadas con unos ejes de actuación que siempre han ido desde la Participación a la Educación, pasando por la Salud Comunitaria, o el trabajo con Infancia, Juventud y Mayores, fruto todas ellas de las sinergias entre entidades públicas y privadas del territorio y las metodologías de participación ciudadana implementadas.

Estas programaciones se han venido enmarcando fundamentalmente en proyectos del Área de Convivencia, Interculturalidad y Desarrollo Comunitario de Fundación Cepaim. Entre 2013 y 2017, estuvieron financiados a través del IRPF estatal. A partir de 2018, su sustento pasó a depender de subvenciones procedentes del tramo autonómico que gestiona la Consejería de Política Social de la Región de Murcia, al que se sumó en 2021, con la implantación en el centro de la experiencia piloto de los Laboratorios Juveniles, el de la Dirección General de Juventud. Se ha contado además con el apoyo permanente de la Junta Municipal de Beniaján, del Ayuntamiento de Murcia y de la Fundación Cajamurcia. Y, por supuesto, por tratarse de un centro que traspasa límites de áreas, sus instalaciones han servido para acoger infinidad de actividades, formaciones, jornadas y eventos desde otros ámbitos de la entidad, así como otros tantos de carácter externo con innumerables cesiones de espacio a colectivos e instituciones.

Los contenidos de todas estas actividades han discurrido desde la inserción laboral y la formación, hasta la colaboración con centros educativos, pasando por acciones de sensibilización en materia de salud, mejora del entorno, trasformación urbana… Todo ello, desde el fortalecimiento del trabajo en red a nivel local con todos los actores sociales presentes en el territorio, mejorando su coordinación, favoreciendo el aprovechamiento de los recursos existentes y ampliando el impacto social. Esta misión adquirió una relevancia especial a la hora de combatir los efectos de la Covid-19, aunando esfuerzos ante una de las mayores crisis sanitarias y sociales que hemos vivido en nuestro tiempo. Sin ir más lejos, durante los meses más duros de la pandemia, La Estación se convirtió en un punto de almacenaje y distribución de productos donados por proveedores y por el Banco de Alimentos destinados a familias cuya vulnerabilidad se había visto incrementada.

También se cuenta con acciones que se han ido consolidando a lo largo del tiempo, transformándose en eventos que ya forman parte indispensable de la programación de La Estación, como el Festival Microacciona de arte para la mejora social que en 2023 alcanza su VIII edición, el cine de verano, o el festival de música Cordillera Sur que felizmente se recupera el próximo 12 y 13 de mayo.

Una década de encuentros improbables entre miles de personas, de lugares distintos

Tras una década de andadura, los registros arrojan cifras que elevan a más de 600 las actividades llevadas a cabo en La Estación desde su apertura. El número de participantes en este periodo ha ascendido a 32.000 personas de más de 60 nacionalidades distintas, siendo la gran mayoría españolas (en torno al 80%). Siempre se ha impulsado el trabajo con población migrante como uno de los objetivos trasversales del proyecto, favoreciendo el factor intercultural a través del fortalecimiento de espacios de interacción y convivencia con la población autóctona. También se ha mantenido una mirada especial hacia las mujeres y la población juvenil de la zona, colectivos a quienes se han dirigido muchas de las acciones programadas, así como la puesta en valor de experiencias de aprendizaje intergeneracional y de conciliación familiar.

A día de hoy, son más de 500 las personas que pasan cada mes por las instalaciones y medio centenar los colectivos locales con los que se está colaborando. Las aportaciones de cada uno de ellos han puesto de manifiesto, ahora más que nunca, que resulta imprescindible la suma de esfuerzos para la superación de retos comunes, el apoyo mutuo y decidido entre instituciones y la apertura a un espectro de la ciudadanía cada vez más amplio y diverso, al que se debe dar respuesta en coherencia con el compromiso social que nos une. Trabajar desde un colectivo con las personas de un territorio concreto, forma parte de esa estrategia que cobra fuerza en el nuevo modelo de sociedad al que nos dirigimos: apostar por lo local, por la economía, el ocio y la cultura de proximidad.

Por tanto, el balance de la labor realizada desde La Estación en estos 10 años no puede ser más positivo. La experiencia ha afianzado la metodología comunitaria como forma de trabajo y seña de identidad de Fundación Cepaim y, entre otras distinciones, el CCI La Estación fue reconocido en 2021 con el premio “Experiencia Transformadora” de EAPN España.

Cumplimos así estos 10 años de trabajo continuado e ilusionante, “construyendo vías de convivencia” como reza el lema elegido para conmemorar la efeméride. De esta forma, La Estación ha mantenido la esencia que la hizo nacer en el siglo XIX como un lugar donde se encuentran los caminos y las gentes que los transitan. Y es que si cada persona recorre un viaje único, el de su propia vida, en esta Estación seguirá hallando un sostén para apoyar sus sueños, sus anhelos, sus derechos y facilitar que todo el mundo, independientemente de su punto de partida, pueda llegar allí donde se proponga. Disponer de un espacio como La Estación está suponiendo para Fundación Cepaim y para todo el personal directivo, de coordinación, técnico y voluntario que ha pasado bajo sus naves, toda una suerte y un privilegio: una experiencia que nos enriquece personal y profesionalmente, a diario, y que nos encantaría ver replicada en otros edificios que habría que rescatar del olvido para convertirlos en motores de la mejora de los barrios donde se enclavan.

Actos conmemorativos

Durante esta última semana de abril y hasta el próximo 5 de mayo, uniendo la fecha del décimo aniversario de La Estación y la Jornada de Puertas Abiertas de Cepaim, se están desarrollando diferentes actividades conmemorativas. Entre ellas, la presentación de un audiovisual sobre la trayectoria del centro comunitario. También una exposición de fotografías de toda esta década que puede visitarse en La Estación. A lo largo de 2023, otros eventos como la convivencia anual, seguirán poniendo el acento en este cumpleaños especial que ha llenado de alegría a toda la entidad.

¡Que vivan las tradiciones murcianas!

La iniciativa ha acercado algunas costumbres y tradiciones locales al alumnado de dos colegios de Beniaján, especialmente en unas fechas inmediatamente previas a las celebraciones de las Fiestas de Primavera en el municipio.

Bajo el título “Que vivan las tradiciones murcianas”, se ha desarrollado una experiencia intergeneracional con los centros educativos EEI La Naranja y CEIP N. S. de Fátima, ambos en Beniaján, como parte de su programación de actividades culturales de final de trimestre.

Para su puesta en marcha, además del liderazgo que tenían cada uno de los centros educativos, se ha contado con la colaboración de cuatro instituciones del territorio: el Centro Cultural de Beniaján (Ayuntamiento de Murcia), la Federación de Peñas Huertanas, la Peña Huertana El Celemín de El Bojar y el Centro Comunitario La Estación (Fundación Cepaim). Se tenía además como precedente una experiencia previa desarrollada por el Centro Cultural de Beniaján en 2016 en todos los colegios de la localidad, “La Feria de las Tradiciones”, de la que se han tomado algunas de las ideas para la propuesta de este año.

La actividad ha consistido en dos mañanas de talleres, la del 29 de marzo destinada al EEI La Naranja y teniendo lugar en La Estación, y la del día 30 al CEIP N. S. de Fátima en su propio centro, organizándose una serie de paradas donde el alumnado ha podido participar en grupos, rotando de una a otra hasta disfrutar de todas ellas. Estas paradas tenían contenidos diversos pero todos vinculados a costumbres murcianas y a su evolución en el marco de nuestra vida cotidiana, tratando de ofrecer una visión actualizada de lo que suponen como valor cultural a conocer y preservar.

De los juegos a los utensilios antiguos, y de la artesanía a la transmisión oral de cuentos, bailes y canciones

Ambas jornadas contaron con un espacio donde cada grupo participante pudo conocer y practicar un juego tan típicamente murciano como el caliche, contando para ello con el veterano Paco López de la Federación de Peñas Huertanas. También otra parada, llamada «El Hilero», que posibilitó que niños y niñas manipularan utensilios antiguos utilizados por nuestros antepasados en la vida diaria, la mayoría de cuando no había ni luz ni agua corriente en las casas o los teléfonos funcionaban con cable, dinamizada en este caso por participantes del Taller de Patrimonio “Conoce tu localidad” del Centro Cultural de Beniaján. El alumnado se familiarizó con objetos tan propios de la vida huertana de antaño como la cetra, el candil, la romana o el botijo, un elemento este último de especial relevancia en Beniaján al ser en esta localidad donde se encontró el ejemplar más antiguo de la península, perteneciente a la cultura argárica.

Otro grupo de personas del taller de patrimonio fue el que brindó un espacio para la conversación y el aprendizaje intergeneracional, llamado «A la fresca» y con la tradición oral como protagonista, relatando al alumnado algunos cuentos y enseñándoles canciones de su infancia; también llevaron algunas fotografías de sus tiempos de escuela, para compartirlas y hablar de los cambios que se detectan en ellas respecto a los grupos escolares de hoy en día.

El Centro Cultural de Beniaján posibilitó que la actividad pudiera contar con unas auténticas artesanas del esparto, quienes explicaron al alumnado algunas características y técnicas de este antiguo oficio, mostraron algunas de las piezas que realizan y pusieron en valor la importancia de una labor tradicional sostenible que utiliza como materia prima una fibra vegetal íntimamente ligada a nuestro paisaje.

Por último, en el CEIP N. S. de Fátima se contó además con un espacio dedicado a la música, el baile y el vestuario tradicional gracias a la implicación de un integrante de la Peña Huertana El Celemín y a un grupo de alumnas del propio colegio que forman parte de esta entidad folklórica ubicada en El Bojar. El cierre de la actividad en dicho centro fue, precisamente, un multitudinario baile de jota en el que tomaron parte todos los participantes tras haber aprendido durante la jornada algunos de sus pasos.

Esta propuesta, en la que finalmente han participado un total de 250 alumnos y alumnas de infantil y primaria entre ambos centros, pretendía darles a conocer diversos aspectos de las costumbres murcianas de una manera lúdica y divertida. También reforzar valores culturales y patrimoniales del territorio del que forman parte. Y todo ello favoreciendo experiencias de intercambio intergeneracional. La implicación del Centro Cultural de Beniaján ha supuesto una atención a las demandas que se realizan desde las instituciones educativas de la zona en favor de la cultura y la dinamización del patrimonio. Y la colaboración aportada desde el CCI La Estación de Beniaján ha respondido al objetivo de complementar el trabajo en red que se lleva a cabo con los centros educativos en favor de la convivencia y los valores cívicos, orientando y apoyando sus iniciativas y procesos.

Toda una experiencia de aprendizaje, con la cultura como protagonista y la transmisión intergeneracional como herramienta, en la que la suma de agentes del territorio ha conseguido un resultado más enriquecedor, más completo y efectivo, pero sobre todo más cercano.

Esta actividad se ha apoyado desde el CCI La Estación a través del proyecto Periferia-S de Fundación Cepaim, que financia la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad de la Región de Murcia.

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