Los muros crean personas impotentes e indefensas. Pero por muy altos o dañinos que sean, las personas seguirán intentando saltarlos

El Dr. Nabil Sayed-Ahmad Beiruti impartió ayer, 17 de noviembre, en el marco del proyecto Periferia-S, una conferencia sobre cómo funciona el binomio migración – bienestar biopsicosocial.

… Los muros de la intolerancia, la incomunicación, de la mirada prejuiciosa, del estereotipo y la cerrazón.

… Los muros de alambre con concertinas o de mares bravos y barcas a la deriva.

… Los muros de hormigón armado o los invisibles que dibuja el mercado.

Hay muchos muros, pero por muy altos que sean, las personas seguirán intentando traspasarlos. Eso y sólo eso es consustancial a la especie humana, una especie en continuo cambio y movimiento, en busca de la supervivencia o de una vida mejor. Una especie que camina, a veces hacia la utopía (como decía Galeano), a veces hacia la destrucción (como indican los estudios sobre el cambio climático), pero siempre en constante cambio, en continua búsqueda.

Son algunas de las reflexiones que nos dejó Nabil Sayed-Ahmad Beiruti, psiquiatra, gran comunicador, de larguísima experiencia en el trabajo con personas migrantes y todo tipo de pacientes y colectivos.

Desde su enfoque de medicina holística y humanista, tratar a las personas sólo en su dimensión biológica es tan pobre como hacerlo sólo desde las creencias. Cuando nos encontramos con un paciente (migrante o no), somos un conjunto de profesionales que queremos ayudar a superar el dolor o malestar que esa persona nos transmite.

Para este doctor, la mejor forma de ayudar es hacerlo desde un enfoque biopsicosocial donde las tres dimensiones funcionan a la vez, de forma horizontal: la parte puramente biológica del cuerpo; la parte emocional y psicológica de la mente y todo el constructo social en el que se mueve esa persona.  Por eso, empezó enmarcando el proceso migratorio en el contexto actual de las migraciones, las políticas migratorias que se están llevando a cabo y el relato que hacen los medios de comunicación sobre la realidad migratoria. Porque la persona que migra no es un ente aislado del mundo que le rodea, sino una consecuencia del mundo en que vivimos. Y viene con un pasado, unas creencias, un idioma. Y sueña con encontrar un trabajo, una familia, y poder regresar lleno de prosperidad para invertir en que su país crezca. Como en su día soñaron millones de españoles que fueron a Europa y América con las mismas ideas. Algunos volvieron. Otros no. Igual que esas personas migrantes con las que nos encontramos día a día en la cola del empadronamiento, en la oficina del paro, en el mostrador del centro de salud, a última hora en el supermercado para comprar las ofertas, etc. Lo mismo sienten ellas: miedo, expectativas, frustración, incomprensión, etc.

Y por eso, porque sienten igual, Sayed-Ahmad huye de crear síndromes exclusivos de la persona migrante. Porque no es que la migración sea causa de enfermedad, en sí misma, sino que puede producir algunos efectos similares en las personas no migrantes, pero se manifiestan de otro modo.

Eso no quiere decir que haya que abordarlo de la misma forma, sino que, si se manifiesta de otro modo, también habrá que intervenir teniendo en cuenta las diferencias. Sobre todo, las diferencias culturales, preocupándose un poco por conocer la cultura de la otra persona. No se trata de tener un conocimiento experto sobre cada cultura. Se trata más de tener una actitud abierta y comprensiva, que quiera entender al otro, verle en toda su dimensión, mostrar empatía.

Su vasta experiencia y su mirada de migrante, nutrió con múltiples ejemplos cada noción brindada por el conferenciante, desde la definición de qué es el proceso migratorio, hasta las opciones para la intervención, pasando por las múltiples facetas que se pueden ver afectadas por el proyecto migratorio: depresión, estrés, indefensión aprendida, frustración culpable, etc. Son términos que al escuchante profano en medicina pueden resultarles extraños, pero al traducirlos a ejemplos, resonaban en nuestra experiencia:

Por ejemplo, ¿por qué una persona a la que estás atendiendo viene con prisas, enfadada, con urgencias, sin saber expresarse? Se llama desgaste cognitivo y consiste en la pérdida de herramientas comunicativas a causa del fuerte estrés al que se encuentra sometida esa persona. Y así con cada ejemplo que iba desgranando. Decía el Dr. Sayed-Ahmad a lo largo de su presentación que cada diapositiva podía dar para una charla entera. Y buena razón tenía.

Acabó con unas pinceladas sobre la importancia de la educación y las redes comunitarias. El centro educativo como un espacio donde derribar los muros. Y el barrio como un lugar donde encontrarse y hacer ese ejercicio de escuchar y conocer a cada cual en su diferencia, a cual en su diversidad, a cada cual en su semejanza.

Nos quedamos con ganas de más. De seguir escuchando a este hombre sabio que tanta luz estaba dando sobre muchas de las cosas incomprensibles que nos encontramos día a día. Y por eso esperamos que esta charla pueda tener continuación en un futuro próximo, tal vez con la primavera, y nos regale un encuentro presencial.

De cualquier forma, ya fue bueno poder pararnos un rato a pensar, a aprender, a tomar cierta distancia del día a día de nuestro trabajo. De nuestras propias prisas. Del papeleo que nos come. ¡Qué bueno poder reunirnos (virtualmente) un grupo de personas con preocupaciones similares!

Son buenos y necesarios los momentos que nos trae el proyecto Periferia-S para que sigamos dotándonos de herramientas que hagan nuestro trabajo más eficaz, más humano, con mejor impacto para las personas y comunidades con las que trabajamos.

Para rearmar las muletas que nos ayudan a seguir caminando hacia la utopía…

…Porque “la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar».

Y, a veces, también para saltar y derribar muros.

Historias de vida de mujeres, arteterapia para personas mayores y una experiencia radiofónica destinada a escolares, protagonizan la programación de Microacciona 2021

El festival de arte y transformación social que vienen organizando de manera conjunta el Ayuntamiento de Murcia y Fundación Cepaim en Beniaján, alcanza su sexta edición.

El pasado mes de septiembre se produjo el fallo del jurado de Microacciona, a cuya convocatoria habían sido presentados un total de diez proyectos, de los que han resultado elegidos tres conforme a las bases establecidas este año por la organización. Cada uno de ellos recibe 700 € para su ejecución, estando ya calendarizadas las distintas acciones que se llevarán a cabo a partir del próximo 15 de noviembre y que se prolongarán hasta la primera semana de diciembre.

Uno de los proyectos seleccionados, “Nidos”, está liderado por las artistas Nana Pez e Inma Latorre, y cuenta además con la colaboración de la Asociación Beto. La propuesta se destina a mujeres de la zona y con ella se pretende reflexionar en torno a la red de la amistad como sustento que posibilita, a través del apoyo mutuo, la creación del hogar como símbolo del espacio de seguridad, estabilidad y bienestar físico y emocional. La acción se llevará a cabo mediante un taller para crear casetas para aves con materiales reciclados: casas-nido para aves reales, pero símbolo de las que recorren las vidas de las participantes, mientras se teje invisible la red de la comprensión mutua, el respeto y la empatía. En palabras de las artistas “las aves, como las personas, cambian su rumbo y van y vienen, y vuelven a construir sus nidos, cada vez. Son fuente de inspiración para aquellas que desean construir y reconstruir sus vidas. Pensar y crear casetas es una forma de darles la bienvenida y de acogerlas”. El taller se desarrollará en el Centro Comunitario La Estación de Beniaján, con tres sesiones que tendrán lugar los días 16, 23 y 30 de noviembre (martes) de 10:00 a 13:00 horas. Hay prevista también una jornada final en la que se colocarán las casetas en árboles de los jardines de la localidad, creando un itinerario.

“Este es mi lugar” es la propuesta terapéutica que trae al festival la artista Marta García, destinada precisamente a uno de los colectivos que más duramente se ha visto sacudido por la pandemia: las personas mayores. Además de los estragos del virus, toda su actividad social y lúdica se ha visto prácticamente paralizada desde hace año y medio. El propio Centro Social de Mayores de Beniaján, con el que se colabora para llevar a cabo esta acción, hace apenas unas semanas que reabría sus puertas. El guiño desde Microacciona es dedicarles esta propuesta, con la que se va a realizar un mural-mandala en cerámica a partir de un diseño creado entre todas las personas participantes, tratando de recoger en él todo el sentir y las emociones respecto a la pertenencia al lugar y a la autoestima que vayan fluyendo durante el proceso. Será una obra en común donde poder desarrollar la creatividad y la libre expresión acerca de las vivencias, los sentimientos y pensamientos de quienes formen parte de esta experiencia. El taller cerámico tendrá lugar en el jardín del Centro de Mayores de Beniaján, con tres sesiones los días 16, 23 y 30 de noviembre (martes) de 10:00 a 12:00 horas.

El tercer proyecto de Microacciona 2021 se destina a público escolar y viene de la mano del colectivo artístico La Madriguera, contando en este caso con la colaboración del CEIP Infanta Elena, de Rincón de Villanueva (Beniaján). Bajo el título “Queremos que nos oigan”, se pretende proporcionar al alumnado de 5º y 6º de Primaria de este centro educativo una experiencia en la que desarrollar su curiosidad y gusto por el medio radiofónico como vía de comunicación. También su sentido dialéctico y crítico, contribuyendo así a su formación desde una perspectiva comunitaria, pues durante el desarrollo del proyecto se abordarán temáticas de interés social, a las que los destinatarios aportarán una fresca, particular y necesaria visión. Tal y como señala Pilar Sola, de La Madriguera, “el objetivo fundamental es dar voz a la infancia, a la que miramos mucho como sociedad, pero a la que en muy pocas ocasiones escuchamos; y los niños y niñas tienen mucho que decir y enseñar”. Las sesiones teórico-prácticas de este taller de radio se llevarán a cabo directamente en las aulas del CEIP Infanta Elena, en horario lectivo, durante los días 15, 16 y 23 de noviembre.

Para obtener más información o inscribirse en alguna de las acciones, se puede contactar a través de los teléfonos 968824114 / 607182098. Una vez finalizadas las tres experiencias, a primeros de diciembre, se llevará a cabo una jornada conjunta de cierre y puesta en común de resultados, donde convergerán los testimonios y reflexiones que hayan surgido desde los distintos proyectos.

Microacciona es fruto del estrecho trabajo en red que se mantiene entre el Auditorio y Centro Cultural de Beniaján (Ayuntamiento de Murcia) y el Centro Comunitario La Estación (Fundación Cepaim). Un festival consolidado tras sucesivas ediciones y que, un año más, mantiene toda su esencia, especialmente en este tiempo que venimos atravesando de dificultad para el sector y la producción artística, y cuando la necesidad de apostar por iniciativas encaminadas a la mejora social y a potenciar la mirada hacia lo local se ha hecho, además, mucho más latente. Se cuenta también con una guía metodológica sobre experiencias anteriores de Microacciona, elaborada y publicada por las entidades organizadoras.

Fundación Cepaim apoya el festival desde el proyecto Periferia-S que se viene llevando a cabo este año en el CCI la Estación, financiado por la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia.

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