Pilares de un pueblo

Desde el pasado viernes, 18 de diciembre, una exposición itinerante recorre enclaves de Beniaján para poner en valor el trabajo que vienen desarrollando los colectivos y asociaciones de la localidad.

Pilares es el nombre que se ha dado a esta muestra realizada de forma colaborativa por cuarenta instituciones beniajanenses, coordinada desde el Centro Comunitario La Estación (Cepaim) en el marco del proyecto Redes Sur, financiado por Fundación Cajamurcia y Bankia. Pilares de la cultura, de las artes, del deporte, de las tradiciones, de la educación, de la economía, de la realidad social, diversa y solidaria que se comparte en este rincón de la Cordillera Sur de Murcia.

En un año complicado para todas ellas, en el que muchas no han podido apenas desarrollar actividad alguna, las asociaciones han querido salir así al encuentro de la ciudadanía por la que trabajan desde hace años, poniendo de manifiesto que siguen ahí a pesar de la difícil travesía a la que nos ha sometido el aciago 2020. Algunas son más que centenarias, otras de creación relativamente reciente, pero todas han transitado un mismo camino de compromiso, dedicación y espíritu de superación en favor de los habitantes de este territorio. La exposición muestra fotografías de sus actividades previas a la pandemia, datos curiosos de cada una de ellas, auténticos logros compartidos que ponen de relieve el imprescindible papel que vienen desempeñando en la construcción de una sociedad más participativa y cohesionada desde el ámbito local y cercano. En los paneles se disponen además códigos QR de acceso a sus respectivas plataformas web y redes sociales, facilitando el acceso a información más detallada. Esta acción de visibilidad es también un canto de esperanza ante ese horizonte cada vez más cercano en el que los distintos colectivos, y la sociedad en general, podrá ir recobrando la tan anhelada normalidad.

La muestra “Pilares” arrancó el viernes por la mañana ocupando la céntrica Plaza de San Antón, corazón de la localidad, coincidiendo además con la celebración del mercado semanal. El sábado se trasladó a la puerta de la Biblioteca y Centro Cultural, entorno muy animado y nuevo foco de atracción cultural en la zona. Y el domingo 20 fue colocada en la siempre concurrida Vía Verde de la Cordillera, a la altura de La Estación. En las próximas semanas seguirá su viaje itinerante, con paradas ya previstas en el Atrio de la Iglesia, el Parque de Monteazahar, el Barrio de El Bojar, el Auditorio Municipal y el Centro La Azacaya. Todo un recorrido por Beniaján en unión con sus colectivos, auténticos pilares de la vida del pueblo.

Los Almendros y su ejemplar historia de superación y mejora social desde el trabajo comunitario

El próximo 25 de diciembre se cumplirá el 50 aniversario de la entrega de llaves de las primeras casas construidas en este barrio de La Alberca, surgido para sacar a decenas de familias de las cuevas en las que vivían hasta ese momento.

En la falda misma de la sierra, entre la Rambla de El Valle y las nuevas urbanizaciones que jalonan la A-30 en dirección al Puerto de la Cadena, el Barrio de Los Almendros se inserta hoy en el casco urbano de La Alberca como una zona más de esta pedanía de la Cordillera Sur. Sus cuatro manzanas se organizan en torno a media docena de calles, homogéneas y pulcras, mostrando un aspecto remozado producto de la rehabilitación integral promovida en 2010 por el Ayuntamiento de Murcia y la Comunidad Autónoma. Fue entonces cuando se instalaron nuevas cubiertas para eliminar las placas de fibrocemento originales, se pintaron las fachadas de colores y se adecentaron los patios y las entradas a las escaleras, entre otras mejoras, unas obras acompañadas además de la renovación de la red de saneamiento y del pavimento de los viales.

Pero la historia de este barrio es verdaderamente singular y se remonta unas cuantas décadas más atrás, cuando se levantaron estos mismos edificios, entonces solitarios y aislados, en mitad de una ladera salpicada por los almendros que le darían nombre. Incluso antes, pues su germen está realmente en las decenas de familias que poblaban las cuevas que se abrían en el cauce de la cercana rambla, y en los desvelos de un sacerdote de recuerdo imborrable para todas ellas: Don Cayetano Moreno. Aquel párroco vino a centrar en los más necesitados su labor pastoral en La Alberca, moviendo cielo y tierra para tratar de mejorar las condiciones de vida de las familias de las cuevas. Empezó por luchar para que tuvieran electricidad, luego alentó la construcción de un pozo para disponer de agua… y terminó por constituir una constructora benéfica que levantaría las casas a las que finalmente se trasladaron todas ellas, dejando atrás para siempre el horadado cantil del ramblizo. El 25 de diciembre de 1970 tuvo lugar el acto de entrega de llaves de las primeras 80 viviendas, fase a la que siguió una segunda, configurándose así el barrio que este 2020 cumple su 50 aniversario.

En Los Almendros fueron recalando muchas otras familias, no solo las procedentes de las cuevas, cristalizando en un crisol humano diverso y unido que compartiría mucho más que vecindad. Y es que la creación de la barriada vino acompañada de una labor de formación, empoderamiento y enriquecimiento cultural de sus habitantes, estimulada también por Don Cayetano y dirigida por numerosas personas del pueblo y del propio barrio que brindaron sus conocimientos y lo mejor de sí para lograrlo. Se dispusieron varios locales comunitarios para la realización de actividades, espacios para la participación y el encuentro vecinal. También se fomentó el movimiento asociativo tan latente en aquellos años y proliferaron grupos de formación, de oficios, de música, de baile, de costura, deportivos… Y todo desde la implicación de la ciudadanía, verdadera protagonista e impulsora de su propio crecimiento. A ello habría que sumar la aparición del Colegio Público Virgen de la Fuensanta, aliado indispensable en muchas de las iniciativas llevadas a cabo, así como del jardín que tantas fiestas y eventos ha venido acogiendo a lo largo de estas cinco décadas. Todo un mundo dentro del mundo, ejemplo de superación y convivencia.

La labor permanente y mantenida hasta nuestros días por la Asociación de Promoción Socio-Cultural, la Asociación de Vecinos de Los Almendros y el colegio, fortalecida desde 2019 con un trabajo en red alentado desde los Servicios Sociales Municipales de Murcia Sur y al que se ha sumado el IES Alquibla, Fundación Cepaim y la propia Junta Municipal de La Alberca, entre otras instituciones, contaba con poder celebrar el aniversario por todo lo alto. Pero la pandemia obliga al aplazamiento. Sin embargo, se ha querido al menos testimoniar la efeméride con la publicación de un audiovisual: “Los Almendros: 50 años construyendo barrio”, el cuál recoge recuerdos y vivencias sobre su historia, relatos en primera persona de esa experiencia compartida que ha marcado a varias generaciones de vecinos y vecinas de este rincón de la Cordillera Sur de Murcia. Hoy miran con orgullo al pasado, pero afrontan además el futuro con la ilusión de que el proceso se mantenga vivo, imparable y multiplicador, gracias a la implicación de la juventud del barrio.

El audiovisual ha sido realizado desde Fundación Cepaim, con el apoyo y colaboración de las demás entidades implicadas, en el marco del proyecto REDES SUR que financia Fundación Cajamurcia y Bankia. Un sencillo pero merecido homenaje a Los Almendros y a sus gentes, ejemplo vivo a día de hoy y del que podrían tomar buena nota en otros lugares, precisamente ahora que la crisis sanitaria nos ha vuelto a poner delante de los ojos la importancia de las redes vecinales, el apoyo mutuo, el ocio de proximidad y la cultura de barrio. Almendros que tras cinco décadas siguen floreciendo.

Audiovisual «Los Almendros: 50 años construyendo barrio»

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