Acabamos de dejar atrás 2023, un año que ha sido especialmente significativo para el CCI La Estación de Beniaján por haber celebrado su X Aniversario. Toda una década apostando desde este equipamiento por la mejora social desde la perspectiva de la acción comunitaria y la participación en el marco geográfico de la Cordillera Sur del municipio de Murcia y que, además, ha ido consolidando una manera de incidir en el territorio premiada y reconocida como buena práctica tanto a nivel regional como nacional.
Para CONVIVE Fundación Cepaim es, sin duda, uno de sus espacios más emblemáticos y representativos, convertido en laboratorio de experiencias para la puesta en marcha de proyectos de desarrollo comunitario intercultural que luego ha podido exportar a otros centros. Y para las personas y colectivos que ha venido acogiendo cada día, un lugar abierto al mundo donde compartir vivencias, estrechar lazos de vecindad y construir ciudadanía.
Todo ello se ha querido poner de relieve a través del audiovisual “10 AÑOS DE CONVIVENCIA”, recogiendo imágenes y testimonios de participantes y representantes de instituciones del territorio, así como de personal técnico y voluntario, de la dirección y las coordinaciones de Cepaim, lo mismo que de representantes políticos y financiadores; voces todas ellas que comparten su visión y su experiencia acerca de La Estación. Personas diversas que han vivido en primera persona el día a día del centro comunitario y han formado parte de sus procesos.
La edición de este audiovisual ha sido una más de las cien acciones emprendidas desde el CCI La Estación durante 2023, actividades que han llegado en su conjunto a un total de 5289 personas y que se han conseguido sacar adelante trabajando en red con 64 entidades y colectivos diferentes. Estas cifras se suman ya a las obtenidas en los nueve años anteriores, elevando a 833 el total de acciones realizadas durante toda esta década y a 39942 las personas participantes en ellas, pertenecientes además a unas 60 nacionalidades distintas.
Logros de toda una década que son en realidad el triunfo de una comunidad, la de Beniaján, que ha sabido ver en La Estación ese espacio propicio para el crecimiento personal y para la alianza sólida entre entidades que hacen de la nuestra una sociedad cada vez mejor y más fuerte.
El próximo 25 de
diciembre se cumplirá el 50 aniversario de la entrega de llaves de las primeras
casas construidas en este barrio de La Alberca, surgido para sacar a decenas de
familias de las cuevas en las que vivían hasta ese momento.
En la falda misma de
la sierra, entre la Rambla de El Valle y las nuevas urbanizaciones que jalonan
la A-30 en dirección al Puerto de la Cadena, el Barrio de Los Almendros se inserta
hoy en el casco urbano de La Alberca como una zona más de esta pedanía de la
Cordillera Sur. Sus cuatro manzanas se organizan en torno a media docena de
calles, homogéneas y pulcras, mostrando un aspecto remozado producto de la
rehabilitación integral promovida en 2010 por el Ayuntamiento de Murcia y la
Comunidad Autónoma. Fue entonces cuando se instalaron nuevas cubiertas para
eliminar las placas de fibrocemento originales, se pintaron las fachadas de
colores y se adecentaron los patios y las entradas a las escaleras, entre otras
mejoras, unas obras acompañadas además de la renovación de la red de
saneamiento y del pavimento de los viales.
Pero la historia de
este barrio es verdaderamente singular y se remonta unas cuantas décadas más
atrás, cuando se levantaron estos mismos edificios, entonces solitarios y
aislados, en mitad de una ladera salpicada por los almendros que le darían
nombre. Incluso antes, pues su germen está realmente en las decenas de familias
que poblaban las cuevas que se abrían en el cauce de la cercana rambla, y en
los desvelos de un sacerdote de recuerdo imborrable para todas ellas: Don
Cayetano Moreno. Aquel párroco vino a centrar en los más necesitados su labor
pastoral en La Alberca, moviendo cielo y tierra para tratar de mejorar las
condiciones de vida de las familias de las cuevas. Empezó por luchar para que
tuvieran electricidad, luego alentó la construcción de un pozo para disponer de
agua… y terminó por constituir una constructora benéfica que levantaría las casas
a las que finalmente se trasladaron todas ellas, dejando atrás para siempre el
horadado cantil del ramblizo. El 25 de
diciembre de 1970 tuvo lugar el acto de entrega de llaves de las primeras
80 viviendas, fase a la que siguió una segunda, configurándose así el barrio
que este 2020 cumple su 50 aniversario.
En Los Almendros fueron recalando muchas otras familias, no solo las procedentes de las cuevas, cristalizando en un crisol humano diverso y unido que compartiría mucho más que vecindad. Y es que la creación de la barriada vino acompañada de una labor de formación, empoderamiento y enriquecimiento cultural de sus habitantes, estimulada también por Don Cayetano y dirigida por numerosas personas del pueblo y del propio barrio que brindaron sus conocimientos y lo mejor de sí para lograrlo. Se dispusieron varios locales comunitarios para la realización de actividades, espacios para la participación y el encuentro vecinal. También se fomentó el movimiento asociativo tan latente en aquellos años y proliferaron grupos de formación, de oficios, de música, de baile, de costura, deportivos… Y todo desde la implicación de la ciudadanía, verdadera protagonista e impulsora de su propio crecimiento. A ello habría que sumar la aparición del Colegio Público Virgen de la Fuensanta, aliado indispensable en muchas de las iniciativas llevadas a cabo, así como del jardín que tantas fiestas y eventos ha venido acogiendo a lo largo de estas cinco décadas. Todo un mundo dentro del mundo, ejemplo de superación y convivencia.
La labor permanente y mantenida hasta nuestros días por la Asociación de Promoción Socio-Cultural, la Asociación de Vecinos de Los Almendros y el colegio, fortalecida desde 2019 con un trabajo en red alentado desde los Servicios Sociales Municipales de Murcia Sur y al que se ha sumado el IES Alquibla, Fundación Cepaim y la propia Junta Municipal de La Alberca, entre otras instituciones, contaba con poder celebrar el aniversario por todo lo alto. Pero la pandemia obliga al aplazamiento. Sin embargo, se ha querido al menos testimoniar la efeméride con la publicación de un audiovisual: “Los Almendros: 50 años construyendo barrio”, el cuál recoge recuerdos y vivencias sobre su historia, relatos en primera persona de esa experiencia compartida que ha marcado a varias generaciones de vecinos y vecinas de este rincón de la Cordillera Sur de Murcia. Hoy miran con orgullo al pasado, pero afrontan además el futuro con la ilusión de que el proceso se mantenga vivo, imparable y multiplicador, gracias a la implicación de la juventud del barrio.
El audiovisual ha sido realizado desde Fundación Cepaim, con el apoyo y colaboración de las demás entidades implicadas, en el marco del proyecto REDES SUR que financia Fundación Cajamurcia y Bankia. Un sencillo pero merecido homenaje a Los Almendros y a sus gentes, ejemplo vivo a día de hoy y del que podrían tomar buena nota en otros lugares, precisamente ahora que la crisis sanitaria nos ha vuelto a poner delante de los ojos la importancia de las redes vecinales, el apoyo mutuo, el ocio de proximidad y la cultura de barrio. Almendros que tras cinco décadas siguen floreciendo.
A lo largo del estado de alerta decretado por el Gobierno, desde el Centro Comunitario «La Estación» seguimos y seguiremos muy atentos a las necesidades de las personas por las que trabajamos, así como de las instituciones del territorio con las que colaboramos. En estos tiempos difíciles, resulta de vital importancia mantener más sólida y unida que nunca la red de apoyo mutuo y comunitario que llevamos tejiendo todos estos años.
Muestra de esta inquietud es la iniciativa puesta en marcha estos días para llevar un soplo de esperanza y optimismo a toda la ciudadanía de Beniaján. Se trata de un vídeo colectivo en el que se han implicado y participado las asociaciones de la localidad. Cada entidad ha grabado un pequeño mensaje y, con todos ellos, se ha montado uno que unifica todas esas muestras de apoyo y solidaridad. La respuesta de las asociaciones ha sido masiva, generosa y esperanzadora, como no podía ser de otra manera… un motivo más para tener confianza en que juntos venceremos al virus. Estamos convencidos de que, cuando todo esto acabe, saldremos reforzados como individuos, pero sobre todo como comunidad.
Todas estas asociaciones y colectivos están tomando parte, además, a la hora de prestar ayuda al personal sanitario y a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, gestos que hacen más llevadera la situación y el confinamiento de nuestros vecinos y vecinas. Las usuarias de los Centros de la Mujer de la localidad, por ejemplo, se han coordinado a través de la Junta Municipal de Beniaján y Protección Civil para confeccionar mascarillas. Ejemplar está siendo la contribución de muchos empresarios y comerciantes de la zona a pesar del golpe económico que el confinamiento está suponiendo para sus negocios, contribuyendo con productos y donativos que están llegando a las familias más afectadas.
En Fundación Cepaim permanecen igualmente en alerta compañeros y compañeras de todas las áreas de intervención, especialmente las más sensibles, como son las de Acogida y Protección Internacional, para tratar de minimizar las secuelas que está dejando esta crisis. Cepaim también ha lanzado la campaña solidaria #SinCasaCovid19, con la que pretende recaudar fondos que se destinen a paliar la dura, inhumana e insostenible situaciónque se está viviendo en asentamientos de todo el país, donde su población presenta una especial vulnerabilidad frente a la infección. La web abierta para apoyar esta iniciativa es: https://sincasacovid19.com/
Desde La Estación, toda nuestra gratitud por tantas y tantas muestras solidarias y nuestro abrazo… virtual, pero lleno de energía positiva.
La quinta
edición del festival Microacciona, celebrado en Beniaján durante los pasados
meses de noviembre y diciembre, ha vuelto a poner de manifiesto el enorme
rendimiento social que este tipo de experiencias aportan al lugar donde se
celebra y a la ciudadanía a la que se dirige. El beneficio repercute
especialmente en el creciente número de personas y entidades implicadas en cada
una de las acciones que se llevan a cabo, protagonizando procesos de reconocimiento
y reflexión cada vez más interesantes acerca de la sociedad que estamos
construyendo. En todos ellos, el arte sigue siendo el eje conductor, la excusa
para llegar al contenido apelando a las emociones. Desde el Auditorio de
Beniaján (Ayuntamiento de Murcia) y el Centro de Desarrollo Comunitario “La
Estación” (Fundación Cepaim), como entidades organizadoras y tejedoras de esa
red de trabajo continuado en el territorio en el que se imbrica Microacciona,
se traslada el éxito de participación y resultados alcanzados con la
convocatoria de 2019.
Cinco han
sido los proyectos desarrollados en esta ocasión, cumpliendo todos ellos de
forma elevada con los criterios en los que se cimienta el festival: partir de
un conocimiento de la realidad o de necesidades detectadas en el territorio de
actuación, contar con la participación e implicación de colectivos de Beniaján,
abordar temáticas sociales de calado, utilizar las disciplinas artísticas como
herramienta para la mejora social, además de aportar valores culturales,
innovadores y creativos a la experiencia.
La
primera microacción en ponerse en marcha fue “Malas Hierbas”, una propuesta de La Trans-Educativa dirigida por
las artistas Alba García y Paloma Navarro. Se trataba de unir en este caso
patrimonio inmaterial, nuevas tecnologías y la sensibilización con el medio
ambiente, teniendo como hilo conductor la transmisión intergeneracional de características
y propiedades beneficiosas que poseen varias plantas autóctonas de nuestro
entorno, esas mal llamadas malas hierbas que se vienen utilizando secularmente en
la cocina o como remedio natural. Se organizó en tres sesiones: la primera en
el Centro de Mayores “Dolores Tomás”, para escuchar la voz de la experiencia y
recoger el uso tradicional que se ha dado a las mismas; la segunda en el CEP
Monteazahar, concretamente con alumnado de 5º de primaria, para que conocieran
la información de cada especie trabajada y, con ella, elaborar geocaches en los que también se
incluyeron cianotipias realizadas en el aula;la tercera sesión, de carácter abierto, tuvo lugar el 30 de
noviembre y consistió en una mañana divertida que transcurrió en el entorno de
La Estación, tratando de encontrar esos “cofres del tesoro” mediante una
aplicación móvil tras haber sido escondidos estratégicamente a lo largo de la
Vía Verde.
“Son-risas compartidas”
fue la apuesta de Ayeklauwn para este festival y contempló también dos partes
diferenciadas. La primera consistió en un taller formativo para personas en
situación de refugio que se encuentran actualmente en nuestra zona,
desarrollado en La Estación durante los días 20, 22 y 27 de noviembre. Durante
esas sesiones se introdujo a los participantes en el mundo del clown,
realizando juegos y dotándolos de herramientas que luego se pusieron en
práctica en la segunda parte de esta microacción, que tuvo lugar el 29 de
noviembre en el IES Beniaján. El patio del centro se transformó en un simbólico
campo de refugiados, ambientación en la que medio centenar de alumnos y alumnas
de 4º de ESO compartieron dinámicas con refugiados reales. La experiencia,
absolutamente potente y rompedora de barreras, sirvió para promover la
concienciación colectiva sobre la situación que atraviesan estas personas desde
que dejaron forzosamente sus países de origen, así como para vivenciar la
facilidad de conectar con ellas cuando usamos un lenguaje tan simple y
universal como es la sonrisa.
Casi
paralelamente arrancó la microacción “Cine
y memoria”, destinada en este caso a personas jóvenes interesadas en
sumergirse en una experiencia cinematográfica colaborativa que abordara alguna
realidad o visión sobre Beniaján. El taller, dirigido por el profesional Lázaro
Cruz y teniendo como base de operaciones el Auditorio Municipal, se prolongó
durante tres intensas sesiones en las que se introdujo a los participantes en
el proceso que va desde plantear una sinopsis hasta la edición, pasando por la
elección de tomas y el propio rodaje. El trabajo desembocó en la realización de
un corto que viene a denunciar la proliferación de locales de apuestas en las
cercanías de centros públicos, incluso educativos, en Beniaján.
El domingo
1 de diciembre fue la fecha elegida para materializar la intervención artística
propuesta por Leitmotiv-Movement. “Mur-acciona”
consistió en realizar un mural que reflejara árboles representativos de las
distintas culturas que conviven en nuestro pueblo, simbolizando un bosque que
florece y resiste en armonía, haciendo un símil con la población diversa
residente en Beniaján. Para ello, se realizaron previamente sesiones de toma de
ideas para contar con las aportaciones de colectivos y gentes de diferentes
procedencias. También se trataba de rehabilitar visualmente una zona de la
pedanía susceptible de esta intervención y, finalmente, el lugar elegido fue un
muro de la sede de la Peña Huertana El Azahar recayente al jardín contiguo. En
la realización de la obra, diseñada por la artista Esther López, participó una
veintena de personas de todas las edades que, además de los pinceles y brochas,
compartieron viandas en torno a una misma mesa a lo largo de toda la jornada de
convivencia.
El cierre
del festival lo puso “Beniaján en vela”,
propuesta de la Coral Via Musicalis a la que se fueron sumando numerosos
colectivos del territorio, desde la asociación de comerciantes COBE y empresas
de la zona, hasta el Casino de Beniaján y la Asociación de Vecinos,
convirtiéndose en todo un evento de enorme repercusión. Especialmente
significativa fue la participación de la Asociación Beto y del vecindario del
barrio de San Roque en las labores decorativas de las calles de esta parte del
casco histórico del pueblo, verdaderos protagonistas de la experiencia. También
el alumnado del CEIP Ntra. Sra. de la Fuensanta contribuyó con las luminarias
realizadas en el colegio los días previos, al igual que el Centro de la Mujer
“8 de Marzo” quiso adornar otro de los rincones. Se colocaron finalmente unas 7000
velas a lo largo del recinto y se establecieron seis enclaves donde hubo
actuaciones artísticas y musicales de forma ininterrumpida. Además de las voces
de Vía Musicalis, se pudo disfrutar de las corales del IES Beniaján y de la
Agrupación Musical de Beniaján, así como de las piezas interpretadas por Piano
Wind Quintet de esta última institución. También participó el coro y rondalla de
la Peña Huertana La Parranda, la aplaudida Chirigota de Beniaján y, como
contribución por parte de la Asociación Juvenil Cordillera Sur, estuvo el
intérprete Dukka y se puso en escena una obra de microteatro a cargo de la
compañía Jake el Perro. También hubo espacio para el baile con la participación
de la Asociación Aldanzar, la aportación intercultural de Aires de Colombia y
el grupo de danza oriental dirigido por Irene Luna. Y otro de los espacios se
llenó de juventud y exhibición deportiva gracias a los distintos grupos del
Club de Gimnasia Rítmica Junta Municipal de Beniaján. Más de 1500 personas
atestaron el recinto durante las tres horas que duró la actividad. El éxito
obtenido y el buen sabor que deja esta experiencia en la zona de intervención y
en todo el pueblo de Beniaján, anima a repetir el próximo año pero ya como un evento
independiente.
Microacciona
culmina una edición más con el compromiso de seguir incidiendo en la ciudadanía
a la que sirve y para la que fue diseñado, pero también postulándose como
ejemplo de intervención en un territorio, estrechando lazos entre sus
instituciones y sobre todo entre las personas.
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