La quinta edición del festival Microacciona, celebrado en Beniaján durante los pasados meses de noviembre y diciembre, ha vuelto a poner de manifiesto el enorme rendimiento social que este tipo de experiencias aportan al lugar donde se celebra y a la ciudadanía a la que se dirige. El beneficio repercute especialmente en el creciente número de personas y entidades implicadas en cada una de las acciones que se llevan a cabo, protagonizando procesos de reconocimiento y reflexión cada vez más interesantes acerca de la sociedad que estamos construyendo. En todos ellos, el arte sigue siendo el eje conductor, la excusa para llegar al contenido apelando a las emociones. Desde el Auditorio de Beniaján (Ayuntamiento de Murcia) y el Centro de Desarrollo Comunitario “La Estación” (Fundación Cepaim), como entidades organizadoras y tejedoras de esa red de trabajo continuado en el territorio en el que se imbrica Microacciona, se traslada el éxito de participación y resultados alcanzados con la convocatoria de 2019.
Cinco han sido los proyectos desarrollados en esta ocasión, cumpliendo todos ellos de forma elevada con los criterios en los que se cimienta el festival: partir de un conocimiento de la realidad o de necesidades detectadas en el territorio de actuación, contar con la participación e implicación de colectivos de Beniaján, abordar temáticas sociales de calado, utilizar las disciplinas artísticas como herramienta para la mejora social, además de aportar valores culturales, innovadores y creativos a la experiencia.
La primera microacción en ponerse en marcha fue “Malas Hierbas”, una propuesta de La Trans-Educativa dirigida por las artistas Alba García y Paloma Navarro. Se trataba de unir en este caso patrimonio inmaterial, nuevas tecnologías y la sensibilización con el medio ambiente, teniendo como hilo conductor la transmisión intergeneracional de características y propiedades beneficiosas que poseen varias plantas autóctonas de nuestro entorno, esas mal llamadas malas hierbas que se vienen utilizando secularmente en la cocina o como remedio natural. Se organizó en tres sesiones: la primera en el Centro de Mayores “Dolores Tomás”, para escuchar la voz de la experiencia y recoger el uso tradicional que se ha dado a las mismas; la segunda en el CEP Monteazahar, concretamente con alumnado de 5º de primaria, para que conocieran la información de cada especie trabajada y, con ella, elaborar geocaches en los que también se incluyeron cianotipias realizadas en el aula;la tercera sesión, de carácter abierto, tuvo lugar el 30 de noviembre y consistió en una mañana divertida que transcurrió en el entorno de La Estación, tratando de encontrar esos “cofres del tesoro” mediante una aplicación móvil tras haber sido escondidos estratégicamente a lo largo de la Vía Verde.
“Son-risas compartidas” fue la apuesta de Ayeklauwn para este festival y contempló también dos partes diferenciadas. La primera consistió en un taller formativo para personas en situación de refugio que se encuentran actualmente en nuestra zona, desarrollado en La Estación durante los días 20, 22 y 27 de noviembre. Durante esas sesiones se introdujo a los participantes en el mundo del clown, realizando juegos y dotándolos de herramientas que luego se pusieron en práctica en la segunda parte de esta microacción, que tuvo lugar el 29 de noviembre en el IES Beniaján. El patio del centro se transformó en un simbólico campo de refugiados, ambientación en la que medio centenar de alumnos y alumnas de 4º de ESO compartieron dinámicas con refugiados reales. La experiencia, absolutamente potente y rompedora de barreras, sirvió para promover la concienciación colectiva sobre la situación que atraviesan estas personas desde que dejaron forzosamente sus países de origen, así como para vivenciar la facilidad de conectar con ellas cuando usamos un lenguaje tan simple y universal como es la sonrisa.
Casi paralelamente arrancó la microacción “Cine y memoria”, destinada en este caso a personas jóvenes interesadas en sumergirse en una experiencia cinematográfica colaborativa que abordara alguna realidad o visión sobre Beniaján. El taller, dirigido por el profesional Lázaro Cruz y teniendo como base de operaciones el Auditorio Municipal, se prolongó durante tres intensas sesiones en las que se introdujo a los participantes en el proceso que va desde plantear una sinopsis hasta la edición, pasando por la elección de tomas y el propio rodaje. El trabajo desembocó en la realización de un corto que viene a denunciar la proliferación de locales de apuestas en las cercanías de centros públicos, incluso educativos, en Beniaján.
El domingo 1 de diciembre fue la fecha elegida para materializar la intervención artística propuesta por Leitmotiv-Movement. “Mur-acciona” consistió en realizar un mural que reflejara árboles representativos de las distintas culturas que conviven en nuestro pueblo, simbolizando un bosque que florece y resiste en armonía, haciendo un símil con la población diversa residente en Beniaján. Para ello, se realizaron previamente sesiones de toma de ideas para contar con las aportaciones de colectivos y gentes de diferentes procedencias. También se trataba de rehabilitar visualmente una zona de la pedanía susceptible de esta intervención y, finalmente, el lugar elegido fue un muro de la sede de la Peña Huertana El Azahar recayente al jardín contiguo. En la realización de la obra, diseñada por la artista Esther López, participó una veintena de personas de todas las edades que, además de los pinceles y brochas, compartieron viandas en torno a una misma mesa a lo largo de toda la jornada de convivencia.
El cierre del festival lo puso “Beniaján en vela”, propuesta de la Coral Via Musicalis a la que se fueron sumando numerosos colectivos del territorio, desde la asociación de comerciantes COBE y empresas de la zona, hasta el Casino de Beniaján y la Asociación de Vecinos, convirtiéndose en todo un evento de enorme repercusión. Especialmente significativa fue la participación de la Asociación Beto y del vecindario del barrio de San Roque en las labores decorativas de las calles de esta parte del casco histórico del pueblo, verdaderos protagonistas de la experiencia. También el alumnado del CEIP Ntra. Sra. de la Fuensanta contribuyó con las luminarias realizadas en el colegio los días previos, al igual que el Centro de la Mujer “8 de Marzo” quiso adornar otro de los rincones. Se colocaron finalmente unas 7000 velas a lo largo del recinto y se establecieron seis enclaves donde hubo actuaciones artísticas y musicales de forma ininterrumpida. Además de las voces de Vía Musicalis, se pudo disfrutar de las corales del IES Beniaján y de la Agrupación Musical de Beniaján, así como de las piezas interpretadas por Piano Wind Quintet de esta última institución. También participó el coro y rondalla de la Peña Huertana La Parranda, la aplaudida Chirigota de Beniaján y, como contribución por parte de la Asociación Juvenil Cordillera Sur, estuvo el intérprete Dukka y se puso en escena una obra de microteatro a cargo de la compañía Jake el Perro. También hubo espacio para el baile con la participación de la Asociación Aldanzar, la aportación intercultural de Aires de Colombia y el grupo de danza oriental dirigido por Irene Luna. Y otro de los espacios se llenó de juventud y exhibición deportiva gracias a los distintos grupos del Club de Gimnasia Rítmica Junta Municipal de Beniaján. Más de 1500 personas atestaron el recinto durante las tres horas que duró la actividad. El éxito obtenido y el buen sabor que deja esta experiencia en la zona de intervención y en todo el pueblo de Beniaján, anima a repetir el próximo año pero ya como un evento independiente.
Microacciona culmina una edición más con el compromiso de seguir incidiendo en la ciudadanía a la que sirve y para la que fue diseñado, pero también postulándose como ejemplo de intervención en un territorio, estrechando lazos entre sus instituciones y sobre todo entre las personas.